Los dulces, el licor y los alimentos preferidos por los difuntos son colocados en una mesa porque se cree que a la medianoche las almas se posan sobre las ofrendas y las degustan.
Una de las tradiciones que se vive en la región Cajamarca es la de “Todos los Santos”, donde los cajamarquinos como parte de sus costumbres realizan una tradicional ofrenda a sus familiares difuntos.
La dádiva consiste en colocar en una mesa los dulces, el licor y los alimentos que eran preferidos por los difuntos, pues se cree que a la medianoche del uno de noviembre las almas se posan sobre las ofrendas y las degustan como lo hacían en vida.
Frente a las ofrendas se coloca un tablero de velas y de inmediato se reza un rosario pidiendo a los difuntos que encamine a los vivos por el buen sendero.
De igual manera en el cementerio se cumple otro rito denominado “coronación”, en el que los deudos confeccionan coronas fúnebres, las cuales son coloridas.
Las coronas son adornadas con flores, hechas de papel, pegadas a un alambre circular, las cuales se colocan en las tumbas.
Luego se pasa el día completo en el cementerio en familia recordando al ser querido, como cuando estuvo en vida.
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