El arzobispo de Trujillo, Miguel Cabrejos, expresó su solidaridad con el obispo de Chiclayo por la pérdida de este ícono sagrado.
El arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Miguel Cabrejos, invocó a las personas que robaron la Cruz de Motupe, a devolverla o al menos indicar donde la dejaron, pues es un signo de gran devoción de los fieles.
Agregó que ese acto profano es más que un hurto, ya que el hecho de estar forrada con láminas de oro, no eleva el costo monetario de la reliquia sagrada.
Expresó además su solidaridad con Monseñor Jesús Moliné, obispo de Chiclayo, y pidió a la policía y a la población poner todo su empeño en buscar el ícono sagrado, que espera no haya sido sustraído para fines contrarios a la fe.
“No creo que el robo sea producto de una sola persona, y si saben algo denuncien el hecho”, agregó.
Cabe recordar que la Cruz de Motupe, conocida también como Cruz de Chalpón, fue construida por un fraile franciscano de nombre Juan Agustín Abad, quien después de vivir como ermitaño en los cerros decidió abandonar el pueblo dando a conocer la existencia del objeto sagrado.
En el año 1868, la Cruz fue hallada en el cerro Chalpón por un joven de nombre José Mercedes Anteparra Peralta, quien sería nombrado por el Obispo de Trujillo de aquel entonces, como el primer mayordomo de la mencionada reliquia sagrada.
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