El grupo de nativos se habrían encontrado el 1 de septiembre con una base maderera mientras realizaban un recorrido periódico para revisar los lindes de su territorio.
Cuatro indígenas de la etnia asháninka fueron asesinados en la selva peruana por presuntos madereros, denunciaron este lunes a Efe la viceministra peruana de Interculturalidad, Patricia Valbuena y el presidente de la Asociación de Comunidades Nativas Asháninkas de Masisea y Callería (Aconamac), Reyder Sebastián.
Según las primeras versiones de los hechos, el grupo de nativos se habrían encontrado el pasado lunes 1 de septiembre con una base maderera en una remota zona de la selva mientras realizaban un recorrido periódico para revisar los lindes de su territorio.
Los asháninkas fallecidos pertenecían a la comunidad nativa de Alto Tamaya-Saweto, formada por unas treinta familias en la región amazónica de Ucayali, cerca de la frontera peruana con Brasil, y entre ellos se encontraba el jefe de la comunidad y fundador de Aconamac, Edwin Chota.
Una delegación de la comunidad nativa partió el pasado miércoles al lugar de los hechos y se esperaba que llegara este lunes a la ciudad de Pucallpa, a 840 kilómetros de Lima, con más información del suceso y con la viuda de Edwin Chota para formular la denuncia ante la policía.
Un equipo del Ministerio de Cultura se encuentra en la capital de Ucayali para servir de nexo entre la comunidad nativa, la policía y el fiscal, ya que "las amenazas continúan" y los indígenas se sienten expuestos, comentó Patricia Valbuena.
Reyder Sebastián explicó que el protocolo que siguen los nativos cuando se encuentran con taladores es intentar convencerlos de abandonar su territorio para así mantener sus recursos y biodiversidad.
"Es muy lamentable porque los cuerpos fueron descuartizados para ocultar el crimen", aseguró el presidente de Aconapac mientras esperaba a la delegación nativa para conocer más detalles de este "macabro hecho".
"Siempre hemos denunciado la tala ilegal de árboles ante los gobiernos regionales y el ministerio, pero no fueron escuchadas y estas son las consecuencias", lamentó el líder de la asociación de asháninkas.
EFE
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