El activista asháninka, Edwin Chota, fue uno de los indigenas asesinados por presuntos madederos ilegales, en septiembre pasado.
Un tercer presunto implicado en el asesinato de cuatro líderes indígenas peruanos de la etnia asháninka el pasado mes de septiembre ingresó este jueves a la cárcel con una orden de prisión preventiva de nueve meses, informó la Fiscalía de Perú.
El recluso fue identificado como Hugo Soria Flores y permanecerá internado en el centro penitenciario de Ucayali, región de la selva amazónica sur de Perú, donde ya están en prisión otros dos sospechosos del crimen, el brasileño Adeuzo Mapes y su hijo Eurico, de nacionalidad peruana.
Soria fue detenido el 18 de noviembre y, de acuerdo con la investigación de la Fiscalía, "serían seis los presuntos autores del crimen".
La supuesta implicación del tercer detenido en el asesinato de los cuatro asháninkas se basa en los testimonios de las cuatro viudas de los líderes indígenas fallecidos, pertenecientes a la comunidad nativa del Alto-Tamaya Saweto.
Hasta ahora, solo se encontraron los cadáveres de Francisco Pinedo y de Edwin Chota, presidente de la comunidad nativa y reconocido activista contra la tala ilegal después de denunciar los madereros ilegales que incursionaban en su territorio un año antes de su muerte.
Sin embargo, todavía falta por hallar los restos mortales de Leoncio Quiquisimo y Jorge Ríos, cuya hija, Diana Ríos, fue premiada esta semana en Nueva York por el activismo de su padre en defensa de los bosques amazónicos.
La Fiscalía peruana ofreció a las viudas ingresar al programa de la Unidad de Atención a Víctimas y Testigos (Udavit), ya que hasta ahora no pueden regresar a su poblado porque aseguran estar amenazadas de muerte mientras permanecen a la espera de encontrar todos los cadáveres.
EFE.
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