Mar transparente, arena blanca, clima cálido y una escena paradisíaca es en lo que pensaría la mayoría cuando se habla de las playas del norte peruano. Sin embargo, la realidad en algunas de ellas es completamente diferente, como en Talara, ubicada en la región Piura.
Plástico, bolsas, ropa vieja, vidrio, restos de comida y otros elementos que podrías encontrar en un basural están tirados por varias de sus playas o cerca de ellas.
La Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA) indica que de las 16 playas de Talara que analizaron este año para ver su salubridad, seis no tienen las condiciones de salud necesarias.
Este es el caso de Piscinas, una playa ubicada en el pueblo de Lobitos. La basura acumulada entre el pueblo y la carretera abunda al aire libre sin ningún trato correcto de residuos y llega muy cerca a la playa.
La cercanía al mar es un problema porque cualquier lluvia o viento fuerte – fenómenos que suelen ocurrir en esta zona – pueden hacer que todos estos desechos terminen en el mar, explica Marysol Nevada, coordinadora general de LOOP.
Las cifras no son alentadoras en lo absoluto. Si los humanos no cambiamos nuestros hábitos, se estima que para el 2050 habrá más plástico que peces en el océano y que el 99% de animales marinos lo habrá ingerido, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Sin embargo, si se sigue el recorrido por la costa de Talara, la situación no cambia; de hecho, empeora. Hacia el centro de la ciudad se encuentra la playa San Pedro que podría ser un gran atractivo turístico para los turistas. Lamentablemente, es todo lo contrario.
En esta playa se encuentra un vertedero de basura de todo el pueblo de San Pedro y algunas empresas cercanas. Mientras las olas del mar llegan a tocar la basura, las aves del lugar se comen los desechos.
Los habitantes de San Pedro están desesperados. Antes de la pandemia, ellos mismos recogieron la basura que se encontraba en la playa. Según cuenta Alipio Martinez Zapata, habitante de la zona, llegaron a recoger 18 toneladas de basura. Sin embargo, rápidamente se volvió a llenar.
La contaminación del mar y de la playa es absolutamente dañina para todas las especies que habitan cerca: animales marinos y humanos. Los animales confunden la basura que llega al mar con alimentos y la ingieren. Así llenan sus estómagos con materiales sin nutrientes y también se intoxican. Los humanos – como consumidores de animales – también somos parte de esta cadena.
De hecho, una persona puede consumir hasta 14 partículas de micro plástico con solo beber un vaso de agua. Pasa lo mismo con las comidas marinas, si los peces comen plástico, nosotros también, según la ONG Oceana. ¿Se imaginan comer un ceviche de plástico?
Alipio Martinez y Juan Guevara son integrantes de la “Coordinadora provincial de líderes sociales de Asentamientos Humanos de Talara” y hacen un llamado urgente a las autoridades y las empresas privadas para trabajar en conjunto y limpiar la zona. Además, cuentan lo que es vivir a diario con esa cantidad de basura.
Esto no es lo único que los afecta. A lo largo de todo el litoral de Talara hay playas muy bien cuidadas que llaman a muchos turistas durante todo el año. Las personas de San Pedro quieren lo mismo para su localidad, que los turistas puedan llegar y disfrutar lo que sería una hermosa playa sin basura. Pero también la quieren disfrutar ellos mismos.
Erick Estrada, subgerente de Desarrollo Turístico de la Municipalidad de Talara, explica que la industria del turismo viene creciendo muy fuerte en esta provincia y que todavía hay mucho por explotar. Sin embargo, la contaminación en las playas, quebradas, carreteras y demás es un freno para que más personas se animen a conocer la ciudad.
Por otro lado, Estrada menciona que la Municipalidad ha puesto contenedores para los desechos y tiene un plan para gestionar el recojo de residuos sólidos. No obstante, las malas costumbres generan que los ciudadanos sigan tirando la basura, pero no sólo ellos, sino que también lo hacen algunas empresas privadas.
Todos los sectores involucrados que son perjudicados por la contaminación de las playas y océanos piden el trabajo conjunto de la ciudadanía, las autoridades y las empresas privadas para dejar de contaminar estos espacios y ser más conscientes con el cuidado de medio ambiente. Pero piden que la responsabilidad se demuestre en el día a día y no solamente en una limpieza de playas, que ocurre muy de vez en cuando.
Cada minuto del día, por lo menos un camión cargado de desechos plásticos se vierte en nuestros océanos; es decir 1440 camiones por día, según el Fondo Mundial para la Naturaleza o la WWF, como es más conocida. Actualmente más de 270 especies de vida silvestre han sido afectadas por el plástico y alrededor de 90% de aves marinas tienen plástico en los estómagos. Si no cambiamos nuestros hábitos pronto no solo los ecosistemas marinos sufrirán graves consecuencias, sino también la vida humana.
RPP ha lanzado, junto a la Unión Europea, la campaña Océanos Saludables para sensibilizar sobre la contaminación de los mares, especialmente en tiempos de pandemia donde el uso del plástico ha aumentado.
Comparte esta noticia
Siguenos en