La OMS y el Ministerio de Salud recomiendan no consumir dióxido de cloro para curarse de la COVID-19, pues no hay estudios certificados que lo demuestren. Por el contrario, este desinfectante puede causar riesgos mortales debido a sus agentes blanqueadores.
El dióxido de cloro es vendido en homecenters con el rótulo de "certificado para eliminar el coronavirus humano". Esto puede llevar al equívoco de que es una solución para la cura de la COVID-19, es decir, cuando el virus SARS-CoV-2 ya infecta a la persona.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Salud (Minsa) han prohibido su uso como remedio para combatir a la COVID-19. RPP Noticias comprobó que el desifectante se vende en las tiendas de Lima con este rotulado.
El dióxido de cloro es una solución química de 28% de clorito de sodio en agua destilada y que es usada como blanqueador químico profundo, además de usarse como descontaminador de superficies industriales, similar a la lejía que usamos en casa para la desinfección de espacios.
Elmer Huerta, Consejero Médico de RPP Noticias y experto en salud pública, explica los peligros de esta sustancia en nuestro organismo y la falta de aval científico como tratamiento para enfermedades, entre ellos la COVID-19.
"Hace cuatro años en Estados Unidos empezaron a aparecer niños intoxicados y cuando fueron a averiguar la razón de la intoxicación era porque estaban tomando un líquido, llamada 'solución milagrosa mineral'. Estos niños se estaban intoxicando porque ese señor invitado al Congreso, Andreas Kalcker, decía que esto curaba el autismo y los padres le daban eso a los niños y se intoxicaban. Amazon, en Estados Unidos, sacó sus libros y productos porque estaban intoxicando a la gente. [...] Esto se está convirtiendo en culto, la gente se deja atarantar por eso. [...]", comenta.
El consumo del dióxido de cloro de forma oral puede ocasionar riesgos potencialmente mortales, pues se trata de agentes blanqueadores.
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