MIMP recibió 2,251 casos de violencia contra personas adultas mayores, de los cuales 1,492 casos corresponden a violencia psicológica, 723 a violencia física y 56 a casos de violencia sexual.
Cifras corresponden al 5% del total de casos de violencia atendidos en los Centros Emergencia Mujer (CEM) entre enero y octubre del 2015 y fueron dadas a conocer durante el Simposio Internacional “Promoviendo la protección de las personas adultas mayores para una vida sin violencia".
Las principales manifestaciones de violencia son las de tipo omisivo (falta de cuidado y abandono en sus propias casas, que los lleva algunas veces a la vía publica), violencia patrimonial que impactan en la posesión, tenencia o propiedad de sus bienes; también la pérdida, sustracción, destrucción o apropiación indebida de sus objetos y bienes, sus documentos personales, y la limitación o control de sus ingresos económicos.
Teniendo en cuenta que el Perú no es ajeno al proceso de envejecimiento poblacional ni a las necesidades de las personas adultas mayores, la ministra Marcela Huaita resaltó la creación del Programa Nacional Vida Digna, que desde el año 2012 esta dedicado a restituir los derechos de las personas adultas mayores en situación de abandono, sin vínculo familiar ni bienes patrimoniales.
Asimismo, la creación del Programa de Pensión por Discapacidad Severa, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad en situación de pobreza. Según el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (CONADIS), el 60 por ciento de personas con discapacidad son adultas mayores.
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