María Elena Veliz y Carlos Salas hicieron florecer su amor en el principal mercado arequipeño. Tienen seis hijos y atienden juntos su negocio de venta de arreglos florales.
María Elena ayudaba a su madre a vender flores, mientras que Carlos ayudaba a la suya a vender comida. Se fueron conociendo poco a poco en el corazón del mercado San Camilo y su amor floreció con profundas raíces. Llevan 35 años de casados.
“El vendía comida junto a su mamá al frente del puesto de mi madre, ahí nos conocimos”, nos contó María Elena Veliz de Salas, al recordar los momentos cuando se enamoró de su esposo, Carlos Salas Gutiérrez.
Ella ayudaba a su madre desde los 7 años de edad, siempre en San Camilo. A los 22, conoció a Carlos, pasaron tres años de enamorados y decidieron casarse.
“Salíamos a comer, al cine y ahí nació nuestro amor, fue como una fantasía”, dice María Elena.
Tuvieron seis hijos: Juan, Enrique, Viky, Carla, Claudia y Renzo. Ahora también tienen doce nietos a quienes engreír.
Intentamos hablar con Carlos, pero prefirió que sea su esposa la que cuente su historia y la única que pose para la fotografìa. Él continuó con sus labores en su puesto de venta de arreglos florales en el segundo piso del mercado San Camilo. Es el negocio de ambos y lo han hecho florecer como su amor.
María Elena dice que la buena comunicación con su esposo les permitió que su unión perdure tantos años. “Tuvimos altas y bajas, como todas las parejas, pero siempre logramos salir adelante junto a nuestros hijos”, dice María Elena.
Hoy fue un día agitado para ambos. En el Día de San Valentín, la venta de rosas aumenta y María Elena y Carlos se esmeran para ofrecer lo mejor a sus clientes.
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