La entidad detectó que no se realizan mantenimientos periódicos en las captaciones de los ríos Grande, Porcón y Ronquillo.
La Contraloría advirtió que el agua potable que consume la población en Cajamarca podría contener partículas de óxido y otros agentes contaminantes debido a la falta de mantenimiento en las captaciones, plantas de tratamiento y reservorios administrados por SEDACAJ.
Según la institución, el servicio de control simultáneo, realizado el 5 de septiembre en los sistemas de tratamiento de agua potable de la EPS SEDACAJ SA, detectó que no se realizan mantenimientos periódicos en las captaciones de los ríos Grande, Porcón y Ronquillo; ni en las plantas de tratamiento El Milagro y Santa Apolonia, ni en los seis reservorios que abastecen a la ciudad.
El informe de la Contraloría revela también fallas críticas como grietas en las estructuras de concreto, oxidación avanzada en componentes metálicos, compuertas y válvulas en mal estado que provocan pérdida de agua, sistemas eléctricos sin protección ni pozo a tierra, y reservorios con escaleras oxidadas que comprometerían la calidad del agua almacenada. Además, uno de los reservorios se encuentra totalmente inoperativo.
También se detectó la ausencia de medidas de seguridad, como botiquines sin medicamentos vigentes, falta de extintores y equipos de protección personal, servicios higiénicos inadecuados y cámaras de vigilancia sin registros de grabación. Estas condiciones, según la Contraloría, no solo exponen al personal operativo a riesgos de accidentes, sino que también podrían derivar en contaminación del suministro.
El informe ya fue remitido al Directorio de la EPS SEDACAJ para que disponga las acciones preventivas y correctivas que correspondan.