La lista de espera de pacientes con cáncer supera los 100 y muchos fallecen a la espera de ser operados. La médico Nashia Sánchez, encargada del área oncológica se resigna a operar solo 4 a 5 pacientes por día debido a las carencias de infraestructura y falta de personal en el Hospital Regional del Cusco.
Elizabeth Condori Quispe es una joven de 24 años, mamá de un pequeño de 3 y desde hace 3 meses sabe que tiene cáncer, un liposarcoma en el glúteo izquierdo que le impide caminar. Elizabeth requiere una operación de urgencia para salvar su vida.
En el Hospital Regional del Cusco, donde se atiende, le dijeron que su cuadro es grave, sin embargo, debe esperar un año, hasta el 10 de julio de 2023, para ser intervenida debido a que hay una lista de espera de más de 100 pacientes oncológicos.
“Pensé que, tal vez, ya me iban a operar porque me está creciendo, es un cáncer que se llama liposarcoma. El día lunes voy donde la doctora y me dice que tengo que esperar hasta 2023, para el mes de julio todavía, prácticamente casi un año debo esperar para que me operen”, señaló.
La prolongada fecha de operación atemoriza a Elizabeth Condori, le dijeron que deben extraerle todo el glúteo, no podrá volver a caminar, pero sí tiene la esperanza de seguir viviendo, y se aferra a esa posibilidad por su hijo de 3 años a quien no quiere dejar.
Cusco: Libreta llena de pacientes en espera
El caso de Elizabeth Condori no es el único. Son más de 100 los pacientes oncológicos que aguardan por una operación de urgencia. El embalse inició tras el inicio de la pandemia de la COVID-19 en el año 2020, según refirió el director del Hospital Regional del Cusco, José Pinares.
“Este hospital está colapsado, saturado, no tenemos personal, las salas ni dónde hospitalizarlos una vez que sean intervenidos. Son más (de 100 pacientes oncológicos en espera) que no atendimos durante los dos años de la pandemia”, explicó.
La médico oncóloga, Nashia Sánchez Condori, dijo que solo puede operar a 4 o 5 pacientes por semana, pues tiene que cumplir otros roles, entre ellos: pasar visita, hacer consulta, entrar a sala y contestar las interconsultas, ella sola.
“La verdad me siento bastante impotente de llamar a pacientes que han estado esperando y no vienen, y yo pregunto '¿por qué no vienen?'. Los llamo y que me digan que está muerto porque nadie ha hecho nada, me siento muy mal”, contó la especialista.
Cusco: Sin esperanzas
La cruel realidad de los pacientes con cáncer va acompañada de resignación, pues el hospital de 58 años de antigüedad “ha colapsado”, no cuenta con espacios suficientes para la atención de todos los usuarios, en su mayoría, personas de escasos recursos económicos.
El director del hospital, José Pinares, dijo que el Ministerio de Salud conoce de esta realidad, pero no responde a los pedidos para mejorar la atención, sobre todo a pacientes que requieren intervenciones urgentes.
“Sí tiene entendido (el MINSA) porque nosotros hemos presentado una brecha de cirugías entre abril y mayo. Teníamos un retraso de más o menos 600 a 500 cirugías que estaban tratando de ver cómo ponernos al día”, explicó.
“Sí podemos hacer unas 30 cirugías al día, el problema inmediato es que no tenemos salas de recuperación, post operatorio donde van estos pacientes. No tenemos dónde ponerlos. A recuperación entran 6 a 8 pacientes y luego pasan a piso, pero también están completamente saturados”, refirió el médico.
Cusco: Necesitan nuevo hospital
Las 300 camas de internamiento en el Hospital Regional del Cusco son insuficientes, también el personal de salud que sobrepasa los mil, entre médicos, enfermeras, tecnólogos, personal de nutricios, limpieza y otros.
Para el director del hospital, José Pinares, es necesaria la construcción de una nueva infraestructura. Sin embargo, el proyecto no entra en marcha debido a que cuatro colegios profesionales: Médico, Enfermeras, Obstetras, Odontólogos y la misma Gerencia Regional de Salud ocupan los terrenos.
Mientras los asuntos legales se resuelven, los más de cien pacientes con cáncer, cuyos nombres yacen en un cuaderno que parece interminable, aguantan sus dolores, sus frustraciones y no pierden la esperanza de vivir. Ellos esperan que la larga lista no sea la de una sentencia de muerte.
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