Durante el traslado del féretro de la menor al cementerio, un grupo de pobladores arremetieron contra la vivienda del asesino, Fernando Matos.
En un ambiente de mucho pesar, se realizó el entierro de la niña Gisell Maryori en el Cementerio Esperanza Eterna de Huancayo (región Junín).
Cerca de las 11 de la mañana, el féretro fue trasladado hasta la Iglesia de Chilca donde el Arzobispo Metropolitano de Huancayo, Monseñor Pedro Barreto, ofició la misa de cuerpo presente y bautizo de la menor.
Luego, el ataúd realizó una marcha que se convirtió en protesta cuando pasaron por la casa del asesino, Fernando Matos, donde la turba nuevamente arremetió contra la casa y rompieron el cartel de la iglesia “Pan de Vida”.
Tras varios minutos, el féretro fue trasladado hasta el Cementerio Esperanza Eterna donde descansará la niña que unió a toda la población de Huancayo quienes indignados exigen justicia a las autoridades.
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