El papa Francisco visita este sábado Trujillo, donde la recepción ha sido muy entusiasta y numerosa. El entusiasmo popular llegó cuando el pontífice enumeró todos los santos locales venerados en el norte del país. La devoción se vive intensamente en Trujillo.
En su homilía, el Papa condenó la "inseguridad", la "violencia organizada" y el "sicariato" que mortifica esta región. También recordó que el año pasado, la región fue azotada por las devastadoras lluvias del fenómeno "El Niño costero", que dejaron más de 130 muertos y cerca de 300.000 damnificados.
Reconoció que en estos momentos tan difíciles "se cuestiona y pone muchas veces en duda nuestra fe". Sin embargo, dijo que "en el momento de oscuridad, cuando sintieron el golpe del Niño, estas tierras supieron ponerse en movimiento y ayudarse "como verdaderos hermanos".