El cuerpo, que permanecía desde 1972 en un colegio de Ascope, pertenecería a un infante entre 7 y 10 años. Será mostrado en el Museo de Historia Natural y Cultural de la UPAO.
La momia de un infante cuya edad oscila entre 7 y 10 años, con tatuajes en los brazos y con signos de pertenecer a la Cultura Chimú se ha convertido en parte de la exposición del Museo de Historia Natural y Cultural de la Universidad Privada Antenor Orrego de Trujillo.
El cuerpo había sido encontrado en 1972 por estudiantes de la institución educativa Cartavio, en Ascope, y se mantuvo en el plantel hasta hace unos meses. Sin embargo, debido a las precarias condiciones en las que se encontraba el fardo funerario, fue donado por el director Agustín Gutiérrez Azabache.
Según el arqueólogo del Museo UPAO, Guillermo Gayoso Bazán, este bien cultural fue traído hasta Trujillo y se iniciaron los trámites para su registro en el Ministerio de Cultura. Debido a las características del textil del fardo funerario, se presume que pertenecería a la Cultura Chimú que data de los años 1000 a 1450 antes de Cristo.
Indicó que en el colegio, el fardo estaba expuesto al sol y presenta desprendimiento de la piel, así como fracturas en las manos y en los pies. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y conservado a una temperatura óptima, la momia será expuesta en los próximos días en el Museo.
El encargado del museo atribuye su conservación, pese a no haber recibido el tratamiento propio de un museo especializado, al tipo de arena de la zona, la que es salitrosa. Asimismo, señaló que a pesar que solo se tiene el cuerpo, sin ningún ornamento o detalle adicional, se presume que el infante haya pertenecido a una importante familia del valle Chicama.
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