Ochenta menores que reciben clases en aulas prefabricadas, tienen que soportar los malos olores de las aguas servidas.
Ochenta alumnos del nivel inicial de la institución educativa n°464 “Angelitos de Guadalupe” del pueblo joven Saúl Cantoral de Chiclayo (región Lambayeque), no pudieron recibir clases, debido al colpaso de las redes de alcantarillado en esta zona.
Amariles Castro Huertas, directora del plantel, se mostró muy mortificada pues no sería la primera vez que las aguas servidas inundan los exteriores del colegio y no permiten el ingreso a las aulas.
“También sufrimos cuando llueve, porque nos encontramos en una zona baja e inundable. Ahora los pequeños no solo soportan el dictado de clases en aulas prefabricadas, sino que además tienen que aguanter los malos olores y poner en riesgo su salud”, indicó la docente.
Pedido. La directora dijo que desde el año pasado se solicitó la construcción de la infraestructura, pero este pedido ha sido postergado hasta el 2020.
“Necesitamos la construcción de nuevas aulas y de un cerco perimétrico para proteger a los niños, esta zona es muy insegura y todos corremos peligro”, indicó.
Medidas. Hasta el centro educativo llegaron representantes del Programa de Reducción de Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastres (PREVAED) y el director de la Ugel Chiclayo, Darío Balcázar, para verificar la situación.
“Ya hemos coordinado con EPSEL y esperamos que en el trascurso de la tarde se puedan evacuar las aguas, a fin de que mañana los alumnos puedan recibir sus clases con normalidad”, concluyó el funcionario.
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