A bordo de una vieja mototaxi, "Virutita" y "Socotropo" recorren las calles de diferentes distritos de la región Lambayeque para realizar shows y arrancar sonrisas a los niños. Su circo cerró y salen adelante gracias a la colaboración de la gente.
Los días para los artistas se han tornado difíciles por la emergencia del nuevo coronavirus, sobre todo para los payasitos de los circos de Lambayeque, quienes llevan más de cien días sin realizar shows para niños y adultos.
Pero esto no es obstáculo para los payasitos “Tony virutita” y “Socotropo”, quienes recorren en una mototaxi las polvorientas calles del distrito de Pomalca, para realizar malabares y rutinas artísticas en las calles, y de esta forma pedir la colaboración de los vecinos.
“Nuestro espectáculo que hacemos en cada barrio es para alegrar un poco a los niños que están en sus casas. Llevamos dos meses saliendo a las calles. Yo hago cuerdas, malabares, monociclo y la rola rola (mantener el equilibrio encima de una tabla y un tubo rodando). Salimos de lunes a viernes”, contó Rivaldo Gastelo de 22 años.
Su hermano Walter Gastelo, de 15 años, realiza las animaciones, malabares y cuerdas, para apoyar el show. Ambos conducen el “taxichurro”, una mototaxi antigua con la que han viajado por varios distritos de la región Lambayeque.
Ellos cuentan que un domingo los intervino la Policía, los llevaron hasta la comisaría y los multaron.
“Hemos ido a Pimentel, a Santa Rosa. El circo no se detiene. Pero un domingo un alcalde que pasaba en su camioneta nos detuvo, llamó a la Policía y nos llevaron a la comisaría tres horas. Nos multaron con 480 soles cada uno. Mucho abuso. Las autoridades deberían apoyarnos. Nuestra única garantía es el aplauso y la sonrisa de los niños”, expresó Rivaldo.
El Circo de “Virutita” y “Socotropo” se quedó estancado en el caserío de Capote, distrito de Picsi, provincia de Chiclayo. Por el momento, también preparan un show virtual para los próximos días.
Rivaldo, encargado del circo, ha empezado a enseñarles malabares y manejo de cuerdas a su papá y a su esposa, para que también puedan salir a realizar presentaciones en la calle. Siempre con mascarillas y cuidando el distanciamiento social.
"La gente anda asustada. En algunos lados nos acercamos y nos echan alcohol. Nosotros entendemos, pero tenemos que tener mucha fe en Dios. Nosotros también nos cuidamos mucho”, agregó.
Más de doscientos artistas entre payasos, magos, malabaristas, actores, músicos y otros han sido afectados en Chiclayo y otros distritos de la región Lambayeque por la suspensión de actividades artísticas por la emergencia de la COVID-19.
Comparte esta noticia