La Corte Suprema de Justicia ordena liberación del exalcalde de Lajas

Los magistrados integrantes de la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, dispusieron la libertad del exalcalde de Lajas, Idelso Chávez Fernández, quien había sido sentenciado a 25 años de prisión, acusado de presuntamente haber dado muerte a golpes y envenenado a Elida Sabina Torres Dávila.

Mediante sentencia de Casación N° 663-2015 los magistrados Neyra Flores, Calderón Castillo, Sequeiros Vargas y Figueroa Navarro, declararon nula la sentencia de primera instancia del 01 de diciembre del 2014, y del 9 de junio del año 2015 y ordenaron la inmediata libertad del procesado Idelso Chávez Fernández.

En Chiclayo, el abogado Walter Torres Vera, defensa de la exautoridad, explicó a RPP Noticias que en la sentencia de primera y segunda instancia, los magistrados de Chota no tuvieron la debida motivación para condenar a la exautoridad edil, avalando las acusaciones del Ministerio Público, las que con pericias científicas han sido desbaratadas.

Torres hizo conocer que el 10 de mayo del 2010, Elida Sabina Torres Dávila de 20 años, fue ingresada al hospital “José Soto Cadenillas” de Chota, tras haber ingerido una sustancia química desconocida, recibiendo los auxilios de emergencia, pero a los pocos minutos dejó de existir.
“El Ministerio Público acusó a Idelso Chávez de haber golpeado y envenado a Elida Torres, siendo sentenciado en primera instancia a 25 años de cárcel, condena que fue ratificada en segunda instancia. Idelso Chávez fue detenido e internado en el penal de Chota”, sostuvo el letrado.

La Casación
Walter Vera indicó que interpuso recurso de Casación contra la sentencia de los magistrados de la Sala Penal de Apelaciones de Chota, Casación que fue concedida pues existían vicios procesales y una investigación imparcial e incluso el Ministerio Público había dejado de lado algunos elementos de convicción que en la actualidad han determinado la inocencia de Idelso Chávez.

Durante el proceso de casación quedó demostrado que nunca hubo violencia, así como que la agraviada mandó a comprar el veneno con el que se quitó la vida, y tampoco se tomaron en cuenta las declaraciones del personal médico que atendió a la víctima, y tampoco se hicieron las pericias grafotécnicas al escrito y puño y letra de la occisa, con la que luego quedó demostrado que ella mandó a comprar el veneno para acabar con su vida.