Más 1 200 beneficiarios abandonados a su suerte, piden a la Presidencia del Consejo de Ministros monitorear trabajo del Fondo Mi Vivienda.
Del promocionado Proyecto Las Garzas del distrito de Pimentel, en la región Lambayeque, iniciado en el 2005, donde se entregarían 1 220 viviendas sociales, actualmente hay 140 casas entregadas aunque sin títulos, otras 185 quedaron en ejecución en el 2007 y como nunca las terminaron, 100 familias las tomaron y las concluyeron con su plata.
Así narraron los beneficiarios quienes dijeron que ellos son los posesionarios dueños de nada formalmente y con un saneamiento físico y legal que no saben si obtendrán. De este proyecto precisaron que queda otro grupo con casas semi construidas que no las ocupan porque no hay plata para concluirlas, mientras que las paredes caen y los pocos fierros siguen oxidándose con el paso del tiempo.
También indican que hay supuestos beneficiarios que se quedaron solo con el lote sin un ladrillo puesto. Asimismo, que lo único que tiene Las Garzas es habilitación urbana (agua y desagüe) pero las necesidades son muchas como la de 140 moradores con casas entregadas que esperan sus transferencias de parte del Fondo Mi Vivienda (FMV), a fin de poder inscribirse como propietario en la SUNARP.
Además, son casi 80 posesionarios (que tomaron sus viviendas entre el 2007 y 2017) y que las han concluido con sus recursos, y que aspiran tener su saneamiento físico y legal. Mientras que un grupo de unas 100 familias viene transando con la empresa promotora Veritas Edificaciones S.A.C. para que les entreguen su lote (ya no casa) saneado.
Testimonio. "Yo soy de la primera entrega, la casa me la entregaron en marzo del 2007 (cuando el ofrecimiento de entrega era en el 2003), tampoco tengo papeles. Cuando se paró el proyecto mi casa estaba casi lista, pero hipotecada al Banco Wisse. Había elegido un módulo básico de 23 metros cuadrados construidos en un lote de 60, luego tuve que hacer préstamos y he terminado mi primer piso de 60 metros", manifestó una de las beneficiarias, Zoila Caineiro.
Cainero agregó que ella se inscribió cuando esperaba a su primer bebe y supuso que con la casa entregada en el 2004 (como era el ofrecimiento) la iban a levantar antes que su hija empezará el colegio; pero no fue así y se la entregaron cuando ya esperaba a su otro hijo y apenas pudo levantar el primer piso.
"Hay historias más trágicas que la mía, como de 200 policías que por Fondo de Vivienda Policial (FOVIPOL), vía convenio con el Fondo Mi Vivienda para dar casas a sus socios, prestaron dinero y este año recién culminan de pagar una casa que no les sirve”, dijo a RPP Noticias.
Los beneficiarios indicaron que en este proyecto hay gente de la tercera edad y hasta dos que optaron por el proyecto Las Garzas han fallecido, y sus esposas ancianas también no saben cómo hacer, qué papeles mover, ni menos cómo heredar, hecho por el que siguen buscando ser escuchados.
Enterados de la visita a Chiclayo de la ministra de la Mujer, María Choquehuanca, le hicieron llegar un memorial con la esperanza que sea mediadora a fin que la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) actúe y revise el trabajo del Fondo Mi Vivienda y especialmente su pesadilla en la que se ha convertido hace una década su aspiración de su casa propia.
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