El sepelio se realizó en el cementerio El Carmen de Chiclayo
En el cementerio El Carmen de Chiclayo, región Lambayeque, ya descansan los restos de las dos menores que perdieron la vida, durante el incendio que se registró en su vivienda, en el asentamiento humano “Los Arenales de la Pradera” del distrito de Pimentel.
Los féretros partieron desde la casa de uno de sus familiares, en medio del llanto de decenas de hombres y mujeres que les dieron el último adiós. Ambas, de 3 y 7 años, fueron recordadas como dos niñas muy alegres.
“No se merecían morir de esa forma, tenían toda una vida por delante, es injusto. Ellas, tía y sobrina, eran inseparables”, precisó uno de los integrantes de la familia Bances Purizaca.
Cabe recordar que el siniestro se produjo el último domingo, a raíz de la caída de una vela encendida sobre el colchón, donde se encontraban durmiendo. La hermana de una de ellas salió a pedir ayuda, pero todo llegó muy tarde.
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