Los familiares ofrecen los dulces tradicionales en honor a los niños fallecidos como una forma de recordarlos, esta práctica se encuentra más enraizada en la zona del Bajo Piura.
En el Día de Todos Los Santos, cientos de piuranos acudieron masivamente a los principales cementerios de la región para rendir homenaje a sus difuntos. Las celebraciones se iniciaron hoy con la coronación de los niños fallecidos o “angelitos” a quienes se les dedica oraciones para su descanso eterno.
Los familiares ofrecen los dulces tradicionales en honor a los niños fallecidos como una forma de recordarlos, esta práctica se encuentra más enraizada en la zona del Bajo Piura.
Esta tradición se practica los días 1 y 2 de noviembre, en las principales plazas de los pueblos del Bajo Piura, las señoras salen desde temprano con sus dulces en busca de niños y niñas para ofrecerles pancitos de colores, miel, roscas de muertos y dulces ('angelitos'), los cuales se hacen de manera artesanal. Al momento de dárselos, les dicen: "Come en memoria de mi angelito".
En esta parte de Piura, las familias acostumbran ingresar a los cementerios a partir de las 8 p.m. para luego reunirse alrededor de la tumba de su ser querido y realizar un ritual que consiste en elevar plegarias mientras las velas se van consumiendo. Las personas pernoctan en los cementerios y se retiran a las 6 a.m. del día 2 de noviembre.
Otros optan por beber y comer la “rosca de muerto”, un pan redondo con una cruz al centro. En algunos casos se contrata a músicos o rezadoras que ofrecen sus servicios en los camposantos.
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