Especialista en temas de narcotráfico señala que este delito ha penetrado muy profundamente en la institución policial y requiere de una refundación urgente.
Tras la captura de seis policías con droga en Tilali, en la provincia de Moho, el especialista en temas de narcotráfico, Jaime Antezana Rivera cuestionó al grado de corrupción en la policía, "¿En manos de quién se está dejando el combate y control antidrogas en la región Puno?", se preguntó.
Recordó hubo varios casos de policías que han lavado activos, traficado con drogas, adulterado cifras de estos insumos incautados; pero es la primera vez que se detiene a un jefe de la sección antidrogas, lo que significa que el narcotráfico ha penetrado muy profundamente en Puno. "¿Cómo es posible que quienes estén encargado de control de tráfico de drogas, trafiquen con éste?", dijo en declaraciones para el programa Habla el Sur de RPP Noticias, sindicando como directo responsable de esta situación al jefe del frente policial de Puno, Willam Carrasco Becerra.
Para Antezana, estos no son hechos aislados del resto de la actuación policial, sino que existe todo un sistema de corrupción que empieza desde el cobro de dos soles en las carreteras o por cualquier gestión enmarcada dentro de sus actividades, hasta el movimiento de drogas y otros ilícitos “Si seguimos con esa perversa concepción de enfrentar solamente a los burriers, cargachis o mochileros, y no apuntar al empresariado y la burguesía narco, y a los patrones más importantes de la firma del narcotráfico que corrompen a la policía no vamos a ir a ningún lado”, subrayó.
Considera urgente aplicar medidas ejemplarizadoras desaforando en primer lugar al jefe policial regional, y cumplir con las condenas que dictamine el Poder Judicial y las instancias que les corresponde; sin embargo, el reto mayor será refundar la policía, señala el especialista. “No podemos seguir con esta policía, porque es una de las instituciones más corruptas de nuestro sistema institucional”, enfatizó instando a pensar en fórmulas que vayan más allá que cambiar un policía por otro, “se trata de hacer una reforma institucional y moral, sino esto va a seguir”, acotó.
Propone volver un poco la historia de la policía y ver cómo habiendo superado los códigos de guardia civil, republicana y la PIP con agentes capaces de enfrentar los problemas de seguridad y disminuir los niveles de corrupción, lo que también implica nivelar los ingresos de los policías. De no realizarse cambios, sostiene que se va profundizar son los ingredientes de descomposición institucional; a su juicio, la corrupción cotidiana. “Cuando el narcotráfico ha logrado coger a un jefe policial, definitivamente estamos frente un colapso nunca antes visto”, concluyó.
Comparte esta noticia