Festividad del Señor de la Exaltación fue declarada como patrimonio Cultural de la Nación por sus expresiones costumbristas que son fuente de identidad.
Con el tradicional Inka Q’urawasiri, pobladores de la ciudad de Juli, provincia de Chucuito (región Puno), expresaron su devoción al Señor de la Exaltación, festividad que bajo resolución N° 123-2015-VMPCIC-MC fue declarada como patrimonio Cultural de la Nación.
La festividad inicia el 08 de septiembre con traslado de la virgen de Omasuyo desde la Capilla de Huaylluni con los tenientes gobernadores y se extiende hasta la octava fecha con una serie de actividades costumbristas que convergen entre la fe religiosa y tradición ancestral.
En la víspera, los visitantes esperan en la plaza mayor Ludovico Bertonio la batalla ritual de los Inca Q’urawasiris, haciendo una remembranza a las peleas entre los Lupacas y los Incas del Cusco por el respeto al territorio aimara. Divididos representan a los hijos de la luna y a los hijos del sol.
Para iniciar, el sargento de los incas pide consentimiento a la Subprefecto y a un policía para empezar la pelea, que se realizará horas más tarde. Las autoridades no solo otorgan la autorización sino también las municiones (naranjas) para la pelea.
El protagonista principal de la fiesta es el hombre, joven o niño de la careta conocido como el chistosito de la fiesta, querido y conocido como el K´usillu,personaje que viene a ser una especie de bufón.
Existe una diferencia entre esta comparsas, en los q’arapulis generalmente participan personas de la tercera edad, en la waca waca y los k´usillus mayormente la juventud.
Otra de las actividades representativas es el “Urqu Jakhuwi” que significa la búsqueda del más macho de los k’usillus y un día antes al día central, desde madrugada se realiza las albas en el atrio de la catedral San Pedro, con la participación de los Qarapulis.
Llegado el día central los comuneros de Inca Pucara, reciben el día festivo con el ritual “Yupaychaña” palabra aimara que significa “Devoción” en la que piden permiso a la Pachamama.
En el ritual participa la Mama Qulla, quien representa a la Pachamama, donde sobresalen también personas ataviadas con trajes de los animales que los incas no pudieron someter: el oso y el león.
Comparte esta noticia