Los padres de los estudiantes realizan aportes de 50 céntimos y un sol, para alquilar ambientes y que sus hijos reciban clases presenciales.
Un promedio de 1 200 estudiantes del colegio Miguel Grau de Puerto Pizarro, en la región Tumbes, vienen recibiendo clases presenciales en viviendas y restaurantes aledaños debido a que la infraestructura del centro educativo se encuentra en mal estado, según han informado los padres de familia.
Asimismo, los progenitores de los estudiantes han manifestado que vienen protestando desde inicios de 2025 para que el colegio sea reconstruido.
Días previos al inicio del año escolar, los padres fueron informados de que el colegio será demolido para instalar 15 aulas prefabricadas. Hasta el momento, han llegado ocho de ellas; sin embargo, aún no han podido ser montadas debido a que está pendiente el derrumbe de dos pabellones, zonas donde los salones serán habilitados para los escolares.
En diálogo con RPP, una madre expresó su indignación por la actitud del gobernador regional Segismundo Cruces Ordinola. Según la mujer, la autoridad no asistió a una reunión pactada con los padres para dialogar sobre la demolición del colegio. Incluso, los pobladores tuvieron que retenerlo días antes durante varias horas para exigirle que cumpla con el derrumbe de los ambientes, informó nuestra corresponsal en Tumbes.
“Ha estado tomando, comiendo y no ha venido a la reunión y nosotros como padres hemos estado ahí desde las 3:30 y no es justo que él se esté burlando de los niños”, expresó la madre.
En esa misma línea, los padres se han negado a que sus hijos reciban clases virtuales, pues aseguran que esta modalidad de estudios no es efectiva. Es más, muchos de ellos aportan entre 50 céntimos y un sol diario para alquilar instalaciones aledañas al centro educativo para que sus hijos estudien de forma presencial.
Cabe destacar que esta institución educativa todos los años es considerada en riesgo debido a las lluvias y la inundación que se registran en Puerto Pizarro. Sin embargo, pese al peligro, aún no se ha gestionado la reconstrucción de la institución educativa.
Demolición en proceso de gestión
Según informó nuestra corresponsal en la región, ya se viene gestionando la demolición del colegio Miguel Grau con las autorizaciones respectivas de Prevaed (Programa de Reducción de la Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastres), la Dirección Regional de Educación y el mismo gobierno regional de Tumbes, instituciones que van a asumir la instalación de estas primeras ocho aulas prefabricadas. Posteriormente, las entidades gestionarán la adquisición de las siete restantes.
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