Exagente César Azabache mencionó que el desafío es ponerse de acuerdo y mantener la línea del discurso sobre lo que ocurrió en abril de 1997.
El abogado César Azabache, quien recientemente renunció al cargo de agente del Perú ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para la defensa de los “Comandos Chavín de Huántar”, aseguró que el desafío es ponerse de acuerdo o de lo contrario se perderá dicho caso.
“La llave de este caso está en establecer si el Perú va a mantener o no la línea de discurso sobre lo que ocurrió en abril de 1997, que se construyó a partir de una declaración del ministro (Aurelio) Loret de Mola en mayo de 2002, cuando pidió a los tribunales que separara el operativo de otros eventos posteriores que pudieron haber sucedido”, declaró en exclusiva a RPP Noticias.
Recordó, además, que en agosto de 2002 la Corte Suprema de Justicia declaró que este caso debía ser separado en dos partes. En primer término, el tribunal militar juzgaría a los “comandos Chavín de Huántar” y, por otro lado, estaba la demanda de los familiares del fallecido terrorista Eduardo Cruz Sánchez por una presunta ejecución extrajudicial.
Aseveró que estas discrepancias no están al interior del Ejecutivo, sino en la comunidad que debe respaldar este caso.
También dejó en claro que los comandos no tienen responsabilidad penal en la operación de rescate de rehenes de la casa del embajador de Japón y que de manera independiente aportará en esta causa.
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