El mandatario consideró que el polémico fallo del TC no alienta al consumo de alcohol y se refiere al proceder del municipio de Chorrillos.
El presidente de la República Alan García justificó hoy el fallo del Tribunal Constitucional que reponía en sus labores a un trabajador despedido por haber ido a laborar con síntomas de haber bebido licor, pues se refiere al procedimiento del empleador para sancionar.
"El fallo del Tribunal no tiene que ver con cuánto tomó el trabajador, sino el procedimiento para sancionarlo o investigar (el caso) debió ser otro. Creo que esto es lo que el tribunal ha querido hacer. No ha dado carta libre para que todos comencemos a beber a toche y moche", declaró.
El mandatario indicó que las sanciones "dependen" de los signos de embriaguez del trabajador y no habría problema si se encuentra lúcido, pues una copa de vino o pisco "no le hace daño a nadie".
"Depende de los síntomas, si usted se toma veinte copas, llega tableándose a trabajar y comienza a gritar con ajos y cebollas a todos, en ese caso comete una falta grave. Pero si llega y dicen oiga: Usted a traído un turrón en la boca, creo usted ha bebido, pero esta ecuánime, entonces seria una exageración", manifestó.
García Pérez consideró que el polémico fallo, el cual le dio la razón a Pablo Cayo Mendoza, barrendero de la Municipalidad de Chorrillos, no alienta el consumo de alcohol como han afirmado algunos empresarios.
"A veces los amigos empresarios ofrecen un vaso de whisky, cuando uno va a una exposición, entonces no podrían haber empresarios", apuntó.
De otro lado, opinó que el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, pensó que el trabajador era una persona en total estado de ebriedad a trabajar, cuando calificó el dictamen del TC como "vergonzoso".
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