Álvaro García Linera consideró que hay "actitudes no amistosas" en el Ejecutivo peruano ante asuntos de interés para los bolivianos.
El Gobierno de Bolivia afirmó que hay asuntos que lo distancian del Perú y no puede obviarlos, como la crisis de la Comunidad Andina (CAN) y el asilo político otorgado por Lima a tres ex ministros bolivianos acusados de genocidio.
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, se refirió al asunto al ser consultado sobre la relación entre ambos países, en crisis desde la llamada a consultas de Lima a su embajador en Bolivia, Fernando Rojas, el pasado 15 de junio.
"Nosotros siempre vamos a fomentar el encuentro amistoso entre los pueblos, pero hay temas con el Gobierno peruano que nos han distanciado y que uno no puede obviarlos. No es una cuestión de buena voluntad, es cuestión de intereses del Estado", dijo.
El distanciamiento de los gobiernos de Evo Morales y Alan García se agravó por las acusaciones mutuas que se lanzaron el mes pasado sobre las responsabilidades en los hechos violentos ocurridos en la zona amazónica peruana de Bagua, donde murieron 34 personas.
García Linera destacó las diferencias existentes entre ambos países en la CAN que "está viviendo una de sus peores crisis por una actitud interna que ha roto la cohesión necesaria, que obligan sus normas al momento de negociar con la Unión Europea".
"Es un tema pendiente, hay que arreglarlo porque no solamente esa actitud va en contra de Bolivia, va en contra también del pueblo peruano y de los acuerdos que tienen tantos años de convivencia y trabajo conjunto", agregó el vicepresidente boliviano.
También recordó que el Gobierno peruano otorgó asilo a tres ex ministros de la gestión del ex mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003), pese a que están enjuiciados en Bolivia por su presunta responsabilidad en una masacre ocurrida en octubre del 2003.
Ese año murieron más de 60 personas durante la represión de las fuerzas de seguridad contra protestas antigubernamentales.
"Uno no puede olvidarse de que tenemos (ex) ministros enjuiciados que están felices caminando por Lima, mientras aquí las víctimas tienen que padecer un juicio que lleva ya seis años, sin encontrar resultados", dijo García Linera.
En su criterio, hay "actitudes no amistosas" en el Ejecutivo de Lima ante asuntos que interesan a los bolivianos, lo cual ha provocado dificultades de "gobierno de gobierno", si bien considera que entre los "pueblos" hay una relación fraternal.
EFE
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