En todas partes del mundo los días feriados de Navidad marcan una pausa en la vida pública. El fenómeno es más acentuado en el Perú, por la multiplicación de feriados del sector estatal.
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En todas partes del mundo los días feriados de Navidad marcan una pausa en la vida pública. El fenómeno es más acentuado en el Perú, por la multiplicación de feriados del sector estatal. La fiesta de la Navidad es la conmemoración de un acontecimiento extraordinario a pesar de que el hecho conmemorado es simple y natural: el nacimiento de un niño en el seno de una familia pobre y migrante en la ciudad palestina de Belén.
Creyentes y no creyentes se ven confrontados a una realidad universal, como es la vigencia de un calendario cuyo año 1 es el del nacimiento del niño. Existen otros calendarios, como el musulmán, el judío o el chino, pero esas comunidades no pueden dejar de tomar en cuenta el calendario establecido por el papa Gregorio XIII que comenzó a aplicarse en 1582. Símbolo de un año de crisis, odio y guerras, la celebración en Belén tuvo que ser limitada a su mínima expresión a causa de la ausencia de visitantes y la persistencia del ataque israelí en la cercana Franja de Gaza.
En el Perú, durante las semanas previas a la Navidad nuestra vida pública se ha desarrollado con un ritmo creciente de agitación y confrontación. El allanamiento en la sede del Ministerio Publico marcó un hito y fue el punto de partida de investigaciones que no han terminado. Pero en vez de reforzar nuestras instituciones, la suspensión de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, ha polarizado más.
Es cierto que la señora Benavides hizo lo posible por politizar su caso al denunciar a la presidenta Dina Boluarte y al mostrarse en un acto público junto al jefe del Comando Conjunto de la Fuerza Armada. Los problemas más graves de nuestro país son la inseguridad ciudadana, la corrupción y la recesión económica. Los tres están ligados entre sí. La corrupción impide el funcionamiento de las instituciones y espanta la inversión privada. Esperemos que el espíritu de la navidad favorezca que las investigaciones lleguen a sus conclusiones sin interferencias políticas y que la energía se oriente a la lucha contra la inseguridad, la pobreza y la corrupción.
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