Embajadora de EEUU en Perú afirmó que ´el momento es muy prometedor´ para una lucha conjunta contra el narcotráfico.
La embajadora de Estados Unidos (EE.UU.) en Perú, Rose Likins, tildó de “criminales y cínicos” a los narcoterroristas, que en su último golpe cobraron la vida de miembros de la Policía y de las Fuerzas Armadas, que buscaban la liberación de 36 rehenes en la selva del Cusco.
"Son cínicos, son narcotraficantes, no hay nada rescatable ahí. Son criminales, cínicos y delincuentes, y hay que unir las fuerzas para derrotarlos finalmente", expresó en RPP Noticias.
La diplomática consideró que la acción de los subversivos buscaba "atacar" el logro conseguido por el Gobierno respecto a la recuperación del Lote 88, para garantizar gas para el consumo interno; un acto que fue presidido por el presidente Ollanta Humala, días antes de que fueran secuestrados trabajadores del proyecto Camisea.
Estimó que fue una consecuencia de la "presión por parte del Gobierno peruano hacia ellos”, que -dijo- a su vez reconoce la amenaza que estos representan.
"Sintiendo esta presión, querían hacer algo para golpear, obviamente lo hicieron. El sacrificio de los policías y miembros de las Fuerzas Armadas dan constancia de esto", aseveró.
Likins añadió que lo que se espera es una reacción de apoyo y unión del país en contra del narcoterrorismo, al reiterar su pesar por el fallecimiento de la capitana Nancy Sánchez Paucar, quien -recordó- participó del programa de entrenamiento de pilotos dictado por Estados Unidos y en varias ocasiones piloteó la nave que en la que ella iba a bordo.
En otro momento, la embajadora estadounidense afirmó que "el momento es muy prometedor" para una lucha conjunta contra el narcotráfico.
"Estamos en un momento de muchas posibilidades en esta colaboración entre los dos países. Estamos viviendo un Gobierno que reconoce la amenaza, que tiene voluntad política y está poniendo recursos peruanos a esta lucha", sentenció.
Reconoció, no obstante, que ante el panorama fiscal de su país, no se podría hablar de un apoyo al mismo nivel que el Plan Colombia, que consistió en una estrategia bilateral antinarcóticos, que incluía una financiación considerable por parte del país del norte.
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