Así lo sostuvo el presidente Alan García Pérez quien dijo que hay que parar esta racha de sospecha que convierte a los delincuentes en héroes o victimas.
El presidente de la República, Alan García Pérez, dijo que no se puede gobernar ni se puede luchar contra el terrorismo si existe tanta "sospecha" ante la labor que realiza las Fuerzas Armadas al respecto.
El mandatario dijo en ese sentido que hay que parar esta racha de sospecha que convierte a los delincuentes en héroes y a los subversivos en victimas, y que limita y desarma a nuestras fuerzas del orden.
"A veces se cometen excesos por triunfar frente al terrorismo pero no por eso vamos a desarmar y limitar a nuestras Fuerzas Armadas, es fácil dar lecciones desde un escritorio pero que quieren ¿que vuelva el terrorismo?", enfatizó.
"Resulta que han ganado la lucha de la memoria colectiva, ya no se acuerdan de cuando apagaban las luces todos los días, de cuando mataban miles y miles de personas (..) o reacciona el país o vamos a terminar como ayer", añadió.
Dijo que el problema es de todos y por ello se necesita dar un respaldo a las Fuerzas Armadas y policiales, por lo que demandó un compromiso nacional del Parlamento, los jueces y los fiscales.
Asimismo, el jefe del Estado advirtió que de esta manera el poder Ejecutivo pierde cada día fortaleza, y los miembros del orden tienen menos atribuciones y más limitaciones.
En otro momento, hizo una fuerte crítica a las autoridades judiciales ya que pese a que han transcurrido casi tres meses desde los lamentables hechos ocurridos en Bagua, hasta el momento no se ha citado a testimoniar a los primeros responsables de la muerte de 24 efectivos policiales.
Al respecto, dijo que en el Perú nos hemos acostumbrado a convocar marchas y a bloquear carreteras, ya que muchos de los que deberían investigar miran para otro lado porque viven en el mismo pueblo y luego pueden ser victimas de la venganza si es que abren una investigación.
García Pérez dijo que es el momento de tomar una decisión y hacer una investigación nacional a quienes dejan ir a los delincuentes y terroristas, pero siguen cobrando el sueldo del Estado cada mes.
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