Fernán Valer, representante del VRAE, dijo que la ayuda internacional es absolutamente limitada en Perú, a diferencia de la asistencia millonaria de EEUU a Colombia.
El representante del Gobierno peruano en la conflictiva zona del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), Fernán Valer, afirmó hoy que el 70% de la cocaína producida en Perú va hacia Europa, a pesar de lo cual la cooperación internacional "ha dejado solo" a su país en el combate al tráfico ilícito de drogas.
Valer, secretario ejecutivo del grupo de trabajo multisectorial en el VRAE, declaró a los corresponsales extranjeros en Lima que la ayuda internacional es "absolutamente limitada" en Perú, a diferencia de la asistencia millonaria de Estados Unidos a Colombia.
La ayuda de Estados Unidos para el desarrollo de medidas de control y los programas de cultivo alternativo en Perú ha caído de 100 millones de dólares anuales en 2008 a 34 millones de dólares este año, según fuentes oficiales.
En opinión de Valer, la cooperación internacional es consciente de que el problema del narcotráfico atañe no sólo a un país sino a toda la humanidad, pero "los países comunitarios (de la Unión Europea) no se han hecho presentes con algún proyecto alternativo" a esta actividad ilícita en Perú.
"Vemos con pena que la ayuda internacional se ha reducido notablemente", apuntó.
De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), el 70% de la droga que se produce en Perú se exporta a Europa, mientras que el restante 30% se reparte entre los mercados estadounidense y sudamericano.
Valer aclaró que el cultivo de hoja de coca en Perú tiene mayores índices de productividad, pero que la extensión cultivada en este país (56.100 hectáreas) no se ha incrementado, con lo que rechazó los informes de Naciones Unidas respecto a que Perú se había convertido en el primer productor mundial de hoja de coca.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señaló el mes pasado que Perú se ubicó como el primer productor mundial de hoja de coca en 2009, con 119.000 toneladas métricas frente a las 103.000 hectáreas producidas en Colombia.
Sin embargo, esa medición fue rechazada por el Gobierno peruano, tras atribuirla a metodologías diferentes a las usadas en Perú.
El representante del Estado en el VRAE señaló hoy que el poder del narcotráfico es ilimitado y, por lo tanto, el Gobierno es consciente de que los programas de desarrollo social siempre van a resultar "pequeños".
Valer estimó que el tráfico ilícito de drogas genera 800.000 millones de dólares en Perú, mientras que el presupuesto para las acciones en el VRAE asciende a 600 millones de soles (unos 200 millones de dólares).
Explicó que el 95% de actividades económicas en el VRAE están dedicadas a la agricultura, pero que estos campesinos son, en su mayoría, propietarios de una hectárea de tierra.
Para contrarrestar el cultivo de hoja de coca, el Gobierno ha promovido el sembrado de productos orgánicos que, a la fecha, ascienden a 18.000 hectáreas de café y 12.000 hectáreas de cacao, informó Valer.
Sin embargo, el avance de los cultivos ilícitos sobrepasa la capacidad de control gubernamental, pues hay hoja de coca sembrada incluso en las laderas de las montañas del VRAE, en zonas inaccesibles que han sido invadidas pues pertenecen al Estado peruano, indicó la fuente.
Respecto a las supuestas alianzas de los remanentes de la banda armada Sendero Luminoso con las mafias del narcotráfico en el VRAE, Valer las atribuyó a la presencia de sicarios que apelan a los conceptos ideológicos y políticos de esa organización, pero que sólo buscan nutrirse del poder económico que genera el narcotráfico.
"El problema (con Sendero) es la infiltración en las clases políticas y en las universidades, no en los grupos alzados en armas que simulan ser milicianos o revolucionarios levantados contra el Estado", subrayó. EFE
Valer, secretario ejecutivo del grupo de trabajo multisectorial en el VRAE, declaró a los corresponsales extranjeros en Lima que la ayuda internacional es "absolutamente limitada" en Perú, a diferencia de la asistencia millonaria de Estados Unidos a Colombia.
La ayuda de Estados Unidos para el desarrollo de medidas de control y los programas de cultivo alternativo en Perú ha caído de 100 millones de dólares anuales en 2008 a 34 millones de dólares este año, según fuentes oficiales.
En opinión de Valer, la cooperación internacional es consciente de que el problema del narcotráfico atañe no sólo a un país sino a toda la humanidad, pero "los países comunitarios (de la Unión Europea) no se han hecho presentes con algún proyecto alternativo" a esta actividad ilícita en Perú.
"Vemos con pena que la ayuda internacional se ha reducido notablemente", apuntó.
De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), el 70% de la droga que se produce en Perú se exporta a Europa, mientras que el restante 30% se reparte entre los mercados estadounidense y sudamericano.
Valer aclaró que el cultivo de hoja de coca en Perú tiene mayores índices de productividad, pero que la extensión cultivada en este país (56.100 hectáreas) no se ha incrementado, con lo que rechazó los informes de Naciones Unidas respecto a que Perú se había convertido en el primer productor mundial de hoja de coca.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señaló el mes pasado que Perú se ubicó como el primer productor mundial de hoja de coca en 2009, con 119.000 toneladas métricas frente a las 103.000 hectáreas producidas en Colombia.
Sin embargo, esa medición fue rechazada por el Gobierno peruano, tras atribuirla a metodologías diferentes a las usadas en Perú.
El representante del Estado en el VRAE señaló hoy que el poder del narcotráfico es ilimitado y, por lo tanto, el Gobierno es consciente de que los programas de desarrollo social siempre van a resultar "pequeños".
Valer estimó que el tráfico ilícito de drogas genera 800.000 millones de dólares en Perú, mientras que el presupuesto para las acciones en el VRAE asciende a 600 millones de soles (unos 200 millones de dólares).
Explicó que el 95% de actividades económicas en el VRAE están dedicadas a la agricultura, pero que estos campesinos son, en su mayoría, propietarios de una hectárea de tierra.
Para contrarrestar el cultivo de hoja de coca, el Gobierno ha promovido el sembrado de productos orgánicos que, a la fecha, ascienden a 18.000 hectáreas de café y 12.000 hectáreas de cacao, informó Valer.
Sin embargo, el avance de los cultivos ilícitos sobrepasa la capacidad de control gubernamental, pues hay hoja de coca sembrada incluso en las laderas de las montañas del VRAE, en zonas inaccesibles que han sido invadidas pues pertenecen al Estado peruano, indicó la fuente.
Respecto a las supuestas alianzas de los remanentes de la banda armada Sendero Luminoso con las mafias del narcotráfico en el VRAE, Valer las atribuyó a la presencia de sicarios que apelan a los conceptos ideológicos y políticos de esa organización, pero que sólo buscan nutrirse del poder económico que genera el narcotráfico.
"El problema (con Sendero) es la infiltración en las clases políticas y en las universidades, no en los grupos alzados en armas que simulan ser milicianos o revolucionarios levantados contra el Estado", subrayó. EFE
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