Decano del Colegio de Abogados de Lima, Raúl Chanamé, dijo que es necesario diseñar una política de estímulos para que los empleados puedan denunciar sin temor a represalias.
Una propuesta para otorgar premios a quienes denuncien cualquier acto de corrupción en las entidades del sector público, formuló este domingo el decano del Colegio de Abogados de Lima (CAL), Raúl Chanamé, como una forma de luchar contra ese flagelo en el país.
Consideró que, si bien es positivo castigar con severidad los actos de corrupción que se detecten en el aparato público, también es importante y necesario diseñar una política de estímulos para que los empleados puedan denunciarlos de forma anónima y sin temor a represalias.
"Debe darse algún tipo de estímulos o premios a los subordinados que denuncian estos hechos delictivos, además de todas las garantías y seguridades para evitar las ‘falsas lealtades’ para que no haya, prácticamente, una convivencia con la corrupción", expresó.
El letrado sostuvo que en las entidades del Estado se podrían entregar, por ejemplo, bonos económicos o garantizar la estabilidad del trabajador denunciante para darle toda la protección del caso y evitar poner en peligro su continuidad laboral dentro de una compañía estatal.
Otra forma de recompensar al empleado honesto que esté dispuesto a denunciar estos hechos es otorgarle un porcentaje de los fondos o bienes públicos que se recuperen de la corrupción, sugirió Chanamé.
"No estamos hablando del ‘soplón’ que traiciona un hecho delictivo en el que él participa, sino de la secretaria, el chofer, el amanuense que identifica cuando se están creando vales ficticios o sustrayendo la gasolina. Por una cuestión de "lealtad", no hay que guardar silencio", remarcó.
Este planteamiento, añadió, sería un acompañamiento muy importante para los agentes encubiertos que se infiltrarán en las empresas púbicas para fiscalizar los actos de corrupción, tal como lo anunció la coordinadora de la Comisión de Alto Nivel Anticorrupción, Susana Silva.
Andina
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