El excanciller, Manuel Rodriguez Cuadros, recordó que fue Chile el que propuso el Punto Concordia como el punto final de la frontera común.
La posición de Chile en la discrepancia con Perú sobre la frontera terrestre es política y no jurídica, consideró el excanciller peruano, Manuel Rodríguez Cuadros, porque -dijo- fue Santiago el que inicialmente planteó el Punto Concordia como el punto final de la frontera común.
Recordó que en 1930 el entonces canciller chileno Manuel Barrós propuso al embajador peruano en Santiago, Federico Elguera, que la solución a los problemas demarcatorios pasaba por esa fórmula, que hoy es precisamente la postura del Perú frente a este asunto.
“La fórmula de solución formal vino de Chile (…) El primer punto que el canciller chileno propone al Perú solucionar es el del inicio de la frontera bajo la fórmula exacta que es hoy la posición peruana, en el sentido de que el Punto Concordia es el punto final de la frontera terrestre”, indicó.
A partir de ese momento, añadió, los dos gobiernos dieron instrucciones a sus respectivos jefes de demarcación (Federico Basadre, por parte del Perú; y Enrique Brieva, de Chile) para graficar la frontera terrestre desde el Punto Concordia.
Sostuvo, no obstante, que la posición chilena varió desde el año 2000, tras la colocación de una caseta de vigilancia fronteriza por parte de Chile, que motivó la protesta peruana, y que luego tuvo que ser retirada por parte de las autoridades chilenas.
“Desde ese momento Chile ha afirmado que el límite está en el Hito 1 y no en el Punto Concordia (…) Chile ahora niega que es el Punto Concordia, entonces no es una posición jurídica, sino política; y el Perú debe ser y es muy firme”, señaló Rodriguez Cuadros.
Agregó que el Perú no puede admitir bajo ninguna circunstancia una posición distinta a la establecida en los tratados relativos a los límites terrestres.
Sin embargo, el exministro recordó que el propio Tratado de 1929, que fijó los límites entre Perú y Chile, establece un mecanismo de solución de eventuales controversias, que es recurrir al arbitraje del presidente de Estados Unidos.
“No hay otra posibilidad. Incluso Chile ya se ha comprometido al arbitraje desde 1929, es decir, Chile ya aceptó el arbitraje y el Perú también. Ahora todo depende de quién quiera llevarlo en el momento más adecuado”, expresó el exjefe de la diplomacia peruana.
En ese sentido, explicó que la decisión de uno de los dos países de acudir eventualmente al arbitraje de Estados Unidos obliga a su contraparte a aceptar esta instancia, porque así está pactado desde hace más de 80 años, de modo tal que –en su opinión- “aquí no hay nada nuevo”.
ANDINA
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