Los juristas Javier Valle Riestra y Alberto Borea afirman que la Constitución de 1993 es "apócrifa" y señalan que el capítulo económico y de derechos sociales, deben ser nuevamente revisados.
Reformar la Constitución de 1993 es un objetivo en común que se han trazado los juristas Javier Valle Riestra y Alberto Borea Odría, quienes han iniciado una recolección de firmas para que con el apoyo de la población, este tema ingrese a la agenda del Congreso de la República.
Ambos letrados cuestionaron la vigencia de la actual Carta Magna, que fue dada durante el gobierno de Alberto Fujimori. A razón de Valle Riestra, la Constitución de 1979 es la que vale y la de 1993 es “apócrifa”, por la forma en que fue concebida.
Cuestionó que se haya aprobado un Congreso unicameral, cuando -a su juicio- la representación nacional debe ser un "Senado funcional", es decir, que debe estar conformado por todos los sectores, del capital, de la cultura, del trabajo, del Ejército, etc.
"Mientras no restauremos el Senado y tengamos esta cojera constitucional el país no va a marchar. El origen de su mediocridad está en ese grave defecto", sostuvo.
El excongresista afirmó que no se trata hacer un cambio brusco, sino de una modificación paulatina. "No se trata de hundir sino de garantizar la inversión extranjera. Eso de que las Constituciones son intangibles y que en época de crisis no pueden ser tocadas, no es tan cierto", apuntó.
Por su parte, Borea Odría remarcó que el debate de una reforma constitucional sí conviene, para "acabar con el limbo generado por el golpe de 1995", que propicia la exclusión social y el monopolio de una concepción económica.
Afirmó que el principal "entrampamiento" en la Constitución del 93 radica en el capítulo económico y de derechos sociales, aspectos que deben ser nuevamente revisados.
Aclaró que en este objetivo conjunto "no hay ningún nivel de coordinación" con el ministro de Justicia, Francisco Eguiguren, quien se ha mostrado a favor de una reforma constitucional.
"Cualquier persona que conozca de derecho constitucional sabe que este texto no puede sostenerse...Nosotros no somos los exquisitos del derechos, somos personas que por conocer el sistema jurídico estamos obligados con nuestra sociedad a adelantar nuestros conocimientos para permitir que la comunidad se maneje mejor", expresó.
Agregó que hay un elemento de dignidad en las Constituciones y eso se contrapone con el estar obedeciendo las normas de una dictadura, cuyos autores están presos por delitos diversos hasta por 25 años y otros prófugos.
"Una Constitución es inclusión, todos parte del mismo país, es un tratado de paz interno, no un estatuto de ocupación como motejaba Valentín Paniagua a ese texto de 1993", puntualizó.
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