El titular del Poder Judicial dijo que no comparte el fallo de su colega, no obstante, acoge la revisión de tesis jurídicas y su evaluación en la CIDH.
El presidente del Poder Judicial, César San Martín, reconoció que la sentencia de Javier Villa Stein - que reduce las penas a los miembros del Grupo Colina - ha puesto a este poder del Estado en conflicto con la opinión pública.
San Martín dijo que no comparte el fallo de su colega, que preside la Sala Penal Permanente, no obstante, acoge la revisión de tesis jurídicas y su evaluación en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Nos ha puesto, como Poder Judicial, en una situación de mucho conflicto con la opinión pública. Pero también creo que una sentencia de este calibre siempre nos motiva y nos permite hacer un examen interno y revisar nuevamente nuestras tesis jurídicas. Y es lo que está pasando en la Corte Suprema. En el ámbito de los penalistas estamos muy interesados en el debate que se ha producido, y además con muchas expectativas respecto de lo que pudiera decidir la CIDH”, afirmó en entrevista con el diario La República.
Reiteró que si bien como titular del Poder Judicial ha dicho que el polémico fallo debe ser respetado y cumplirse, reafirma su tesis de que los crímenes del grupo paramilitar son graves violaciones a los derechos humanos y que, por lo tanto, son crímenes de lesa humanidad, tal como lo estableció en la sentencia del proceso al expresidente Alberto Fujimori.
“Un juez se expresa por sus sentencias. Y ahí está mi sentencia. En consecuencia, lo que cabe, y aún lo sostengo con absoluta convicción, está consignado en ese fallo”, aseveró.
Sostuvo que el problema por el fallo de Villa Stein radica en cómo se concibe el delito de lesa humanidad en el ámbito jurídico peruano.
“El problema va por si es un delito de lesa humanidad o no, si ese es un tipo legal y si aquí debió de aplicarse alguna consideración sobre ese punto. Ese es el tema: este delito de lesa humanidad, ¿qué es en el Perú desde su receptación jurídica? Esa es la discusión. Y la importancia de ello está en la prescripción o la imprescriptibilidad”, sentenció.
En otro momento, consideró que la ausencia del presidente de la República, Ollanta Humala, a la celebración por el Día del Juez, habría tenido relación a la delicada escena política que se devino tras la reducción de penas al Grupo Colina.
“En estas circunstancias, cuando se ha instaurado esta polémica tan delicada, yo debo entender que no quiso ir por una situación muy particular. Pero dar lecturas sobre intenciones, no va. La cosa es que no vino, y punto”, señaló.
Añadió que su pedido de perdón durante su discurso por el Día del Juez, el pasado 2 de agosto, no iba referido a este caso en particular.
“Yo pedí perdón en la homilía de la misa, y me refería a toda la línea judicial y no a este caso en particular. Ni siquiera lo tuve en mente. Mi intención fue señalar que los jueces tenemos siempre una gran responsabilidad, y un error nuestro causa tanto desasosiego en la población que era pertinente pedir perdón. Pero además dije que por eso los jueces debemos ser muy humildes, y ser muy amplios para recoger la crítica y saber admitirla, y siempre pensar que quien nos cuestiona puede tener razón”, puntualizó.
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