La esposa del ex presidente dijo que quedó en shock al enterarse de la noticia y que hay una ´caza de brujas´ contra Fujimori.
Satomi Kataoka, la esposa japonesa del ex presidente Alberto Fujimori, calificó el miércoles de "caza de brujas medieval" el fallo de un tribunal peruano que el martes condenó a su cónyuge a 25 años de cárcel por violaciones a los derechos humanos.
"No había pruebas. Esto es como una caza de brujas de la época medieval", dijo a la agencia AFP, Satomi Kataoka, de 42 años, que se casó en 2006 con Fujimori que fue presidente de Perú entre 1990 y 2000.
"¿Cómo ha podido ocurrir esto? Es un shock total para mí, estoy hirviendo de furia", se quejó la mujer que es gerente de un hotel.
Kataoka alabó los orígenes japoneses de su esposo. "Nunca habló mal de nadie durante el juicio. Es un hombre callado y decente, un samurai con ADN japonés", afirmó.
Fujimori, de 70 años de edad, que tiene la doble nacionalidad peruana y japonesa por ser hijo de inmigrantes nipones en Perú, se refugió en Tokio tras el colapso de su gobierno en el 2000.
Permaneció en Japón hasta noviembre de 2005, cuando viajó sorpresivamente a Chile, donde fue detenido y extraditado a Perú en el 2007.
El ex mandatario fue condenado este martes como autor intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en noviembre de 1991, que dejó 15 muertos; y de la Universidad La Cantuta, en julio de 1992, que dejó 10 muertos, además de los secuestros en 1992 del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer.
La Sala Penal Especial que lo condenó, indicó que Fujimori permanecerá 25 años en prisión (de los cuales ya ha cumplido dos) que finalizarían el 10 de febrero de 2032, y que además tendrá que pagar indemnización a 29 agraviados por un valor total de 90.000 dólares.
El presidente del tribunal, César San Martín, precisó que Fujimori fue condenado por los delitos de homicidio calificado y secuestro agravado, que configuran "según el derecho internacional, crímenes contra la humanidad".
Fujimori tiene pendientes cuatro acusaciones más por corrupción, pero como las penas en Perú no son acumulativas sino que se aplica la más alta, ninguno de los casos de corrupción podrá empeorar su situación.
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