La revista británica publicó un artículo titulado "Un pequeño acto de suicidio nacional en Perú" en el que opinan sobre la censura al ministro Jaime Saavedra.
La revista inglesa The Economist, una de los más importantes del mundo, ha vuelto a hablar del Perú. En un artículo titulado Un pequeño acto de suicidio nacional en Perú. ¡Viva la ignorancia!, crítica la decisión de Fuerza Popular de censurar al ministro de Educación, Jaime Saavedra.
“La interpelación en el Congreso fue notoria por la mezcla de ignorancia y mala fe que demostró. Un legislador afirmó que las pruebas PISA —que organiza la OCDE, un club de países ricos en su mayoría— fueron una “cortina de humo” y un “negocio” pagado por el ministerio. Otros dijeron que fueron “adulteradas” y un psicosocial. Esto es absurdo: hasta los críticos más duros de PISA aceptan que la prueba se conduce de manera adecuada”.
Educar en democracia. Según el artículo, el hecho de que el fujimorismo represente a tantos peruanos es, en parte, consecuencia del retroceso educativo en el Perú. "Una mejor educación no garantiza una democracia de mejor calidad, pero sin duda ayuda. Y es esencial si alguna vez el Perú va a lograr una auténtica prosperidad”.
The Economist resaltó que el avance en el sistema educativo del Perú. Recordó que el país fue unos de los más mejoraron en la prueba PISA publicada este año, gracias al trabajo de "un ministro de Educación sobresaliente". Además recordó que Saavedra implementó a nivel nacional lo que en principio fue un plan piloto que relacionaba el sueldo de los maestros con su desempeño, que reestructuró la capacitación a maestros, directores y que comenzó un programa para reparar la infraestructura de las escuelas.
Polémica universitaria. "También logró pasar una ley, en 2014, por la cual las universidades estaban sujetas por primera vez a estándares mínimos de acreditación y resultados educacionales”, comentó la revista. “Entonces, ¿por qué Fuerza Popular, el principal partido de oposición, le es tan hostil? Muchos analistas consideran que esto se debe a que muchos de sus legisladores tienen vínculos con universidades que constituyen lucrativos negocios, pese a que ofrecen muy poco a sus estudiantes. Todas ellas enfrentarían una nueva evaluación bajo la nueva ley. Sin embargo, es cierto que también algunos legisladores afines al Gobierno mantienen ese tipo de vínculos”.
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