El jurista opinó que no existen pruebas contra los expresidentes Alejandro Toledo y Alan García para acusarlos de enriquecimiento ilícito y corrupción respectivamente.
El jurista Javier Valle Riestra opinó que no existen pruebas contra los expresidentes Alejandro Toledo y Alan García para acusarlos de enriquecimiento ilícito y corrupción, respectivamente.
Valle Riestra, abogado de Toledo Manrique, sostuvo que no hay prueba de culpabilidad en contra de él. "Lo que hay simplemente son notas periodísticas, pero pruebas de que el hombre se enriqueciera ilícitamente no existen", aseveró en RPP Noticias.
Indicó que la compra de los millonarios inmuebles "no salen de las arcas de Alejandro Toledo" sino que es dinero que le "prestaron" a su suegra, Eva Fernenbug.
"No hay una posición sólida para acusarlo", señaló al indicar que en su presentación ante la Fiscalía, el líder de Perú Posible "se desempeñó estupendamente" durante el interrogatorio.
"Jamás votaré por él, pero yo lo considero inocente. ¿Cuál es la prueba de su enriquecimiento ilícito, ni siquiera signos externos", sentenció.
De otro lado, al comentar la investigación a la que está sujeto el expresidente Alan García señaló que "yo no encuentro la prueba, la evidencia de corrupción de parte de él".
Dijo que el tema de los indultos otorgados durante el segundo gobierno aprista "no es una novedad", incluso se mostró partidario de una ley de amnistía e indulto colectivos.
"No es que García haya dado indultos a los narcotraficantes sino que los indultos son genéricos...No es novedad, acá en el Perú simplemente estamos atrasados, estamos rezagados. Por el indulto a Alberto Fujimori, a un individuo de casi 80 años, se arma una discordia increíble", manifestó.
Valle Riestra dijo que se debería convocar a una asamblea constituyente para reformar la Constitución y luego dictar una ley de indultos y amnistías "que ponga al Perú en marcha de nuevo".
Refirió que además con una reforma de la Carta Magna y el retorno de la bicameralidad se podrán evitar "fenómenos" y una “crisis política profunda” como la actual, tras la fracasada elección de miembros del Tribunal Constitucional (TC) y del defensor del Pueblo.
Finalmente, atribuyó a una "desilusión popular muy aguda" la baja en la aprobación del jefe de Estado, Ollanta Humala, que según las últimas encuestas fluctúa entre el 32 y 33 por ciento.
"Son cifras tétricas, no tiene dos años de gobierno y se ha descapitabilizado vertiginosamente. Eso indica una desilusión popular muy aguda, si esto se sigue proyectando hacia el futuro, unido al descrédito del Parlamento, estamos ante una crisis institucional gravísima", opinó.
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