Lo peor que nos puede pasar es que el presidente Pedro Castillo interprete el rechazo de la moción como un respaldo a su gestión y una forma de indulgencia hacia las serias sospechas que pesan sobre su desempeño.
Escucha el canal de podcast de Las cosas como son en RPP Player.
Como en los casos de las primeras vacancias planteadas contra los expresidentes Pedro Pablo Kuzcynski y Martín Vizcarra, la que abortó anoche solo podrá ser juzgada cuando haya pasado el tiempo necesario para analizar sin apasionamiento y sopesar las consecuencias de la decisión. Lo peor que nos puede pasar es que el presidente Castillo interprete el rechazo de la moción como un respaldo a su gestión y una forma de indulgencia hacia las serias sospechas que pesan sobre su desempeño.
Lo que le conviene al Perú es sacar lecciones de esta crisis y orientar nuestra energía a objetivos políticos que todos puedan respaldar: la lucha contra la pandemia, la reactivación económica y una política eficaz contra la corrupción. Uno de los dirigentes de la coalición pro-vacancia ha concluido que Acción Popular y APP han pasado a ser partidos oficialistas.
Pero, quizás sea posible esperar que Pedro Castillo comprenda que, en efecto, le debe su victoria a esas bancadas. Y que se atreva a concretar su ruptura con las posturas arcaicas de Perú Libre para forjar una nueva coalición que disipe los temores asociados a su persona: incompetencia, amiguismo, falta de transparencia, desaliento a la inversión, desconexión de la realidad social.
También los tres partidos que firmaron la moción deben sacar lecciones: solo pudieron obtener tres votos fuera de sus filas. Los tres, congresistas de Lima. Finalmente, el Tribunal Constitucional debe sacar sus propias conclusiones y cumplir con su deber de aclarar los alcances de un concepto, “incapacidad moral permanente”, que se ha convertido en “el agujero negro” de nuestra vida política.
Las cosas como son
Comparte esta noticia