Fue en el año 2010. El líder de Alianza para el Progreso confirmó que tomó el nombre de su partido de un programa impulsado por el expresidente de EE.UU John F. Kennedy.
César Hildebrandt, mordaz y agudo como siempre, le tendió la pequeña trampa y César Acuña se vio sin salida. Era el año 2010 cuando en su programa televisivo Hildebrandt a las 10 de RBC televisión tuvo como invitado al líder de Alianza para el Progreso quien ya pensaba postularse a la presidencia en el año 2011.
Confirmó entonces Acuña que él había fundado su partido para tentar la presidencia, sin ningún resquemor terminó aceptándolo: "Yo he dicho que el hecho de haber fundado un partido, significa que de hecho soy candidato presidencial", comentó.
Acto seguido, el entrevistador le preguntó por el nombre del partido: Alianza para el Progreso y apuntó que "no era una idea muy original" e hizo referencia a un plan para América Latina que impulsó el expresidente norteamericano John F. Kennedy. Pero ¿de qué iba exactamente este plan?
Uno de los más ambiciosos proyectos de EE.UU para América se gestó en el año 1961 y proponía una ayuda externa a todos los países del continente en materia social, económica, educativa. El plan contemplaba incluso la posibilidad de una reforma agraria que permita desarrollar más rápido a los países y lograr equidad y justicia social.
Mejorar la calidad de vida de los americanos también era parte del plan; Kennedy consideraba que el analfabetismo y la pobreza ponían en serio riesgo la institucionalidad democrática del vecindario, este era el génesis de la ayuda ofrecida. Esta idea se disolvió por trámites burocráticos y la oposición de algunos diputados en el Congreso de EE.UU, pero los pocos logros que tuvo fueron significativos en aquellos años.
Acuña Peralta comentó luego de la pregunta de Hildebrandt que viajaba de Nueva York a Lima mientras leía un libro que contenía el programa de "Alianza para el Progreso" y pensó en que era "un bonito nombre para un partido político".
"Una cosa es el programa y otra cosa el plan; nosotros buscamos un nombre con el que queríamos darle un mensaje bonito a los peruanos, hablamos de honestidad", detalló en el 2010 el entonces alcalde de Trujillo, César Acuña.
La respuesta era evidente.
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