A partir del 28 de julio tendremos 130 nuevos congresistas en el Bicentenario del Perú, como parte de un Congreso fragmentado. ¿Cuáles son sus principales retos en medio de este contexto de crisis política y polarización?
El balance de poderes en el gobierno del Bicentenario del Perú tendrá, por un lado, a un Ejecutivo liderado por el presidente Pedro Castillo; y por el otro a un Congreso fragmentado, en el que el partido oficialista Perú Libre no tiene una bancada con mayoría clara y se repartirá el hemiciclo con otras 9 organizaciones políticas.
El primer gran desafío del Congreso será llegar a acuerdos con el Ejecutivo para lograr la investidura del primer gabinete ministerial. Pero incluso antes, tendrá que elegir a la mesa directiva. Hasta antes del 2016 esta solía ser presidida por el partido político de gobierno: sucedió en el 2001 con Alejandro Toledo; en el 2006 con Alan García; en el 2011 con Ollanta Humala; pero se truncó en el 2016, cuando en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski la primera mesa directiva fue encabezada por Fuerza Popular, organización que alcanzó la mayoría de curules.
"Más allá de que [Perú Libre] controle la mesa directiva, van a ser importantes los votos que requiera para hacer control político de los actos del Ejecutivo", comentó a RPP Noticias el politólogo Omar Awapara. "Todo esto empieza con procesos con los que ya hemos estado bien familiarizados los últimos cinco años como la interpelación, la censura ministerial, etc.".
Para el analista político Fernando Vivas, el Congreso de la República debe prestar especial atención en su imagen. "El principal desafío es recuperar un mínimo tolerable de prestigio, que ahora está por suelos. Y eso pasa por borrar esa imagen de maquinaria obstruccionista que se ha labrado el Congreso en los últimos años", manifiesta. "Esta idea del Congreso que se opone a cualquier cosa que venga del Ejecutivo es terrible".
En ese sentido, Vivas agrega que la calidad legislativa necesita una mejora urgente. "La forma mayor [de mejorar ese tema] es con la bicameralidad. Pero no solo es eso, sino que se deben desaparecer algunas malas costumbres como el 'yo paso tus leyes, tú pasas las mías, las exoneramos de segunda votación...' y entonces tenemos una copiosa producción legislativa de pésima calidad, parte de la cual incluso termina siendo observada por el Ejecutivo o, en los peores casos, enviada en forma de amparos al Tribunal Constitucional, con una pérdida de energía, de tiempo, poniendo en riesgo la seguridad jurídica del país. Esa peligrosidad de producción legislativa tiene que ser cambiada con reformas".
Una de las últimas situaciones controversiales ocurridas en el Congreso fue el intento de elección de los miembros del Tribunal Constitucional durante una controversial cuarta legislatura. En este caso, la politóloga Paula Távara sostuvo a RPP Noticias: "Creo que el proceso de selección del Tribunal Constitucional tiene que salir del Congreso. No se puede ser juez y parte, [el Congreso] no puede elegir a los que van a evaluar la calidad de sus leyes. No puede ser que quienes emiten las leyes sean quienes elijan luego a quienes los evalúan. ¿Quién puede evaluar eso? Pues la Junta Nacional de Justicia es una gran opción. Pero no deberían ser los congresistas".
El Congreso y la propuesta de Asamblea Constituyente
La propuesta de una Asamblea Constituyente para un cambio de Constitución también llegará al Congreso más temprano que tarde, pues ha sido anunciada por el propio presidente Pedro Castillo y reiterada por otros integrantes de Perú Libre.
¿Cuál debería ser la actitud de los parlamentarios ante este pedido? Fernando Vivas opina que el Congreso debería darse su lugar y bajarle las revoluciones de esta solicitud, sin descartar que pueda promover la discusión, por lo menos, de algunas reformas a la Constitución. "El Congreso debe decirle educadamente al presidente: ‘mire, gracias por sus sugerencias, pero el Congreso tiene sus propias aspiraciones sobre una reforma constitucional y, en efecto, vamos a plantear y planear una con los tiempos y formas adecuadas'. Es un paso para que el gobierno baje sus expectativas y se concentre en un debate nacional en torno a una nueva Constitución".
El equilibrio de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo será clave para lograr la gobernabilidad de los próximos 5 años. Tanto el presidente Pedro Castillo como los congresistas de este periodo deben llegar a acuerdos por el bien de todos los peruanos.
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