Las redes sociales empiezan a cobrar protagonismo en la campaña por las Elecciones 2021, sobre todo debido a las restricciones por la pandemia. ¿Hasta dónde podrán llegar los candidatos en cada red social? Especialistas opinan.
Durante el último año las redes sociales se han convertido en una importante y necesaria plataforma de comunicación e interacción en todo el mundo. Un terreno digital que debido a la pandemia de la COVID-19 ha incrementado su número de usuarios a 13.2 millones en el Perú, según Ipsos. Una cifra que incluye a los más de tres mil candidatos -entre Presidencia, Congreso y Parlamento Andino- de estas Elecciones Generales 2021.
Las medidas adoptadas por la emergencia sanitaria hacen evidente la digitalización de la campaña electoral. Por eso resulta positiva la última modificación a la Ley de Organizaciones Políticas que permite que los partidos puedan contratar publicidad en las redes sociales para promocionar sus candidaturas. Sin embargo, la norma no precisa los mecanismos de control para evitar las malas prácticas: difusión de contenidos discriminatorios, estigmatizantes, falsos o carentes de legalidad, entre otros.
Al respecto, el especialista en social media Mauricio Rojas considera que el Estado debería involucrar a las empresas de las redes sociales en la regulación de las campañas digitales. “Facebook tiene un registro de cuántas personas invierten en publicidad y para qué. En Twitter está prohibido hacer publicidad [pagada] de campañas políticas y se puede denunciar. Pero si el Estado tuviera contacto directo con las redes podría multar a las malas prácticas de esas campañas”, anota.
En esa línea, el presidente del Instituto Peruano de Derecho Electoral, José Manuel Villalobos, lamenta que legalmente no haya límites para fiscalizar el discurso político en las diversas redes sociales, “salvo que el contenido que se comparta atente contra el honor [injuria, calumnia y difamación] y las buenas costumbres”.
USO POLÍTICO DE LAS REDES SOCIALES
Un informe del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) presentado a finales de octubre da cuenta del aumento del uso de las redes sociales. Indica que el 84% de encuestados usan Facebook y solo el 14% utiliza Twitter. No obstante, un 78% considera que estas plataformas digitales son poco o nada influyentes en la política nacional.
Mauricio Rojas recuerda que las campañas políticas digitales iniciaron hace una década en el país y que lo que ha cambiado en este tiempo es el número de usuarios. “Lo que podría pasar por el tema de la pandemia es que aumente la cantidad de publicidad que se invertirá en las campañas, porque ahora se sabe que hay más personas viendo las redes sociales”, agrega.
El secretario general de Transparencia, Iván Lanegra, explica que el alcance de las redes en una campaña política es, de por sí, limitado. “Hay varios límites: el saber usar las redes y sus claves comunicacionales, el acceso aún limitado de algunos sectores etarios y socioeconómicos, así como la dispersión [del voto] debido al gran número de candidaturas”, señala.
Lo cierto es que, a raíz de las restricciones por la pandemia y la crisis política, las redes han demostrado que también pueden ser espacios serios y de debate. Incluso las consideradas de entretenimiento como Instagram y Tik Tok. Por ello, algunos equipos de campaña ya prevén la implementación de estrategias digitales para buscar potenciar el posicionamiento de sus candidatos.
Por ejemplo, Daniel Salaverry (Somos Perú) y George Forsyth (Victoria Nacional) son los dos postulantes a la Presidencia que en los últimos días han aparecido en la red juvenil Tik Tok. El primero sale junto a su esposa recreando videos musicales y el segundo exponiendo algunas de sus propuestas electorales. Pero, ¿cuánto los puede beneficiar o perjudicar querer estar en todas las redes?
“Yo no veo como estrategia poner a un candidato en una red para que empiece a hacer contenido [viral] porque se hace evidente que está allí por votos y la gente no lo tomaría en serio. La estrategia que yo recomendaría es trabajar en base a influencers que validen la propuesta de plan de gobierno que representa el candidato y que sean ellos los que hagan el contenido a favor de esa candidatura”, apunta Rojas.
En tanto, Lanegra advierte que “más que adaptar la campaña a cada red social, hay que usar las redes considerando los objetivos de la campaña. Querer usar todas las redes puede generar mensajes confusos. Por ejemplo, un video necesita pensarse distinto para cada red”.
LA TENDENCIA COMO ESTRATEGIA POLÍTICA
Cada red social tiene características particulares que atraen a diversos grupos humanos. En el caso de Facebook, la facilidad para compartir contenido, crear páginas de fans, integrarse a otras aplicaciones e incrementar el alcance de una publicación -a través de la publicidad pagada- son algunos factores que cautivan a las empresas, marcas y personajes públicos.
Twitter, por su lado, es conocida como la red social de uso más político, aunque desde noviembre del 2019 no permite la difusión de propaganda política pagada. Esta plataforma permite la exposición de ideas en una comunicación constante entre los usuarios, pese a la limitación de caracteres (280). No resulta extraño que los 23 candidatos presidenciales en carrera tengan sus cuentas personales en este espacio digital.
Las otras redes que podrían ser empleadas con fines políticos durante esta campaña electoral son Instagram y TikTok. La primera red es un espacio destinado para compartir imágenes mientras que la segunda permite grabar, editar y publicar videos de 15 a 60 segundos. Ambas plataformas están diseñadas para un público juvenil y son más amigables en su versión móvil.
Sin embargo, un aspecto que comparten todas las redes es el fenómeno de ‘la tendencia’, es decir lo que más comentan o comparten los usuarios. “La tendencia puede tumbarse todo un plan de contenido en cuestión de horas. Por eso son importantes los grupos que exclusivamente monitorean y analizan las redes para poder actualizar las mallas de contenido”, concluye Rojas.
El uso de las redes sociales será un aspecto importante para esta campaña electoral, pero no necesariamente será definitorio. Dependerá del equipo comunicacional de cada candidato la ventaja que pueda sacar de ellas en estas Elecciones 2021.
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