Cerca de un millón y medio de afiliados de organizaciones políticas inscritas deberán movilizarse para votar por sus precandidatos al 2021. Además, prevalecería la modalidad de votación indirecta. Analistas advierten sobre los riesgos y desafíos que implica tal escenario.
Esta semana, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) informó que, para las elecciones internas de los partidos, funcionarán 322 centros de votación a nivel nacional. Desde meses anteriores, este organismo había sugerido al Congreso de la República la posibilidad de aplicar el voto electrónico no presencial, pero la medida requería un plazo especial para la auditoría; el mismo que terminó por quedar fuera del cronograma electoral.
Con ello, se estima la concurrencia de cerca de un millón y medio de afiliados de las 24 organizaciones políticas inscritas. El Congreso también validó que, en este proceso, se utilicen dos mecanismos: el de ‘un militante, un voto’ y el de elección por delegados. Para este informe, buscamos las impresiones de especialistas en Derecho Electoral y sistemas políticos, a fin de conocer qué escenario se perfila para estos comicios internos.
Gran movilización de personas en plena pandemia
Como lo señalamos anteriormente, el voto electrónico no presencial (VENP) para las elecciones internas de los partidos era la alternativa más segura ante el contexto de la COVID-19. No obstante, la fecha máxima para que ONPE publique los resultados es el 9 de diciembre próximo; mes en el que -según el jefe del organismo electoral- recién se habría conseguido auditar el VENP. La sugerencia de que dicha fecha se cambie al 11 de enero de 2021 no prosperó en el Congreso y, con un cronograma más reducido que el ideal, se mantiene el modo convencional de elección.
Para Fernando Tuesta Soldevilla, ex presidente de la Comisión de Alto Nivel de la Reforma Política y ex jefe de ONPE, es claro que la institución se enfrenta no solo a un desafío técnico, sino también sanitario. Además, cuestiona que el Congreso no haya atendido una modificación de plazos para que el VENP sea aplicable.
“El Congreso tenía que aprobar una norma lo suficientemente oportuna como para que la ONPE pudiera abocarse en la organización de elecciones internas bajo la modalidad no presencial. Porque la norma se aprobó, pero tarde. Y, entonces, ONPE ya no tiene tiempo para desarrollar, sobre todo, las auditorías necesarias de sus programas. Y esto siempre fue, pues, resistido por los partidos Ahora, supuestamente, los 24 partidos suman un millón y medio -un millón y medio- de electores o miembros del partido. Movilizar un millón y medio de personas, evidentemente, siempre incrementa los riesgos. Y los riesgos no solamente van para los miembros de los partidos, sino para los funcionarios y trabajadores de ONPE”, señaló Tuesta.
La complejidad de tener dos mecanismos de elección
Entre agosto y setiembre pasados, los organismos electorales -JNE, ONPE y Reniec, habían planteado diversas sugerencias en materia de plazos y detalles técnicos al Congreso de la República. Entre las recomendaciones, además de hacer viable el voto electrónico no presencial para las internas, estaba el establecer el mecanismo único de ‘un militante, un voto’ para todos los partidos.
No obstante, el Parlamento acordó que se permitiera tanto ese mecanismo como el de votación por delegados. Este último implica un doble proceso: primero, los afiliados votan y designan a sus representantes (delegados) y luego estos delegados votan por los precandidatos de sus partidos. Según información de la ONPE, de momento solo cinco de los 24 partidos políticos han escogido el mecanismo de 'un militante, un voto'.
José Tello Alfaro, abogado experto en Derecho Electoral, critica duramente que se haya validado el voto por delegados y estima que, bajo las circunstancias actuales, el riesgo de menor democracia es más alto. Esto, porque -con una elección indirecta, como la delegados- existiría mayor espacio para la manipulación de las elecciones por parte de los dirigentes de los partidos.
“Nuevamente, quizás [estaremos ante] el direccionamiento a determinadas candidaturas. ¿Por qué? Porque una cosa es tratar con un grupo de 7 000, 8 000 ó 10 000 electores en una interna partidaria; o sea, militantes que van a votar ‘un militante-un voto’, y otra cosa es que estos escojan a 50 delegados, a los cuales se los puede sentar en un lugar y hablar sobre cuáles son los candidatos que se quiere colocar. Con esto me refiero a la manipulación a la digitación que hacen las élites de los partidos”, advirtió.
El especialista recordó, además, que la pandemia ya significa gasto público y que eso, unido a un doble procedimiento electoral, encarece y complejiza las internas de manera innecesaria. “En una época en que los organismos electorales están exigidos por el tema de la bioseguridad, en una época donde los organismos electorales deben gastar dinero del erario nacional para llevar adelante las internas de los partidos, se va a gastar adicionalmente”, señaló Tello.
Se lo puede tomar como aprendizaje para el proceso de 2021
La politóloga Paula Muñoz Chirinos, quien fue comisionada para la Reforma Política, coincide en que, sin voto electrónico no presencial y con dos mecanismos de votación diferentes, estas elecciones internas representarán un desafío para los organismos electorales y, especialmente, para la ONPE. No obstante, rescata que el proceso sirva como elemento de medición para las elecciones generales de 2021, que serán todavía más masivas.
“Efectivamente, son un reto, pero creo que, dentro de todo, debemos ver el lado amable. Lo positivo es que se va a tener una primera vez para, de pronto, ensayar medidas y que cualquier problema que exista se pueda mejorar de cara a las elecciones de abril. Definitivamente, esto exige protocolos que, igual, [los organismos electorales] ya tendrían que haber estado pensando para las elecciones generales. Entonces, puede ser una primera forma de evaluar qué cosas funcionan, qué cosas no funcionan tan bien y qué cosas tendrían que ajustarse”, explicó la también profesora de la Universidad del Pacífico.
De acuerdo con el cronograma electoral publicado por el Jurado Nacional de Elecciones, el 22 de diciembre será la fecha límite para que los partidos soliciten la inscripción de listas y fórmulas de candidatos al 2021. Esto, luego de que el 9 de diciembre la ONPE proclame los resultados finales del proceso interno.
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