Periodistas y analistas conversaron con Raúl Vargas sobre el escenario post-indulto en la política peruana y sobre cuáles deben ser las prioridades de PPK.
Gobierno
El presidente Kuczynski tomó juramento esta semana al "gabinete de la reconciliación", con el que espera cerrar la crisis política en su Gobierno.
Incertidumbre. Para los analistas invitados esta semana a Enfoque los Sábados,esta es la palabra que mejor describe el futuro del Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) en el escenario político post-indulto a Alberto Fujimori. Pese a todos los factores y actores detrás de crisis política de las últimas semanas, marcada por el fallido intento de vacancia y la liberación del expresidente, el panel compuesto por Augusto Álvarez Rodrich, Luis Benavente, Víctor Andrés Ponce y Martín Tanaka coincidió en que la principal responsabilidad es la del jefe de Estado por su falta de habilidad política. Algunos de ellos incluso consideran que es muy difícil que termine su mandato, pese a sus intentos de lograr "la reconciliación".
Augusto Álvarez Rodrich
El periodista y analista político consideró que la gobernabilidad del país en el 2018 dependerá de las acciones de tres actores: el Gobierno, los conflictos en Fuerza Popular y las revelaciones del caso Odebrecht. “El Gobierno tiene la credibilidad muy mellada, con un gabinete que se suponía que iba a ser un cambio y que veo como más de lo mismo. Es persistir en el error”. Sobre la oposición, declaró que allí “hay una guerra fratricida y me parece que es muy difícil la reconciliación, porque tanto Kenji como Keiko Fujimori quieren la candidatura del 2021”.
“Va a haber mucha turbulencia [entre Keiko y Kenji] y lo que pasa en Fuerza Popular termina inundando a la política peruana”. También consideró que el indulto fue una “pésima oportunidad malograda” y que no se dio en condiciones legales. “Fue un indulto para salvarse, entre gallos y medianoche”. Acerca de Odebrecht, consideró que las declaraciones de Jorge Barata serán como una “caja de Pandora”. “Las reacciones de los políticos dependerán de cómo reaccionan, de cómo blindarse, cuidarse, atacar y responder en función a esto”
El periodista atribuyó al Gobierno la principal responsabilidad de la reciente crisis política y calificó a PPK como “decepcionante”, señalando que ha perdido la confianza de la calle y del sector empresarial. “[El Ejecutivo] debe saber cómo plantarse, con una estrategia de choque o de negociación, pero con una estrategia. Es un Gobierno que se proyecta como de sobrevivientes, de ir durando, pero no le veo argumentos, una bandera, un tema central. Veo a un Gobierno desconcertante”. También comentó que “hay un señor en Canadá (el vicepresidente Martín Vizcarra) [preguntándose] en qué momento le toca y lo van a llamar. De repente le toca antes de fin de año si las cosas no se corrigen”.
Luis Benavente
El director de Vox Populi coincidió con Álvarez Rodrich en su teoría de los tres factores que determinarán el futuro de la política del país, pero añadió el rol de la izquierda. Sobre los posibles efectos del caso Lava Jato señaló que “la expectativa con [la declaración de] Barata es tremenda. No es una exageración cuidarlo, pensar que le puede pasar algo. Ya en Brasil hubo un juez que falleció en circunstancias extrañas por este caso (…) Se supone que debe dar una confesión sincera, su compromiso es ese para salvar su pellejo. Pero también tiene la capacidad de mentir u omitir cosas”.
Acerca del Gobierno, consideró que si bien sobrevivió a la crisis, “pasó por una enfermedad casi terminal y quedó muy mal: con baja popularidad, poca capacidad de maniobra, sin un proyecto vendible para la ciudadanía”. Para el analista, PPK ha demostrado que no tiene manejo político ni audacia, más allá de “negociar el indulto”. “Pareciera que no tiene un equipo de asesores que sepa y que lo oriente. ¿Por qué ponerle 'gabinete de la reconciliación'? El país está más enfrentado. Gracias a él, hay enfrenamientos en el Apra y Fuerza Popular”. Además, vaticinó que al Gobierno “se le vienen momentos más complicados”.
“Hay incógnitas muy grandes sobre lo que pasará este año”, comentó. Como una posible alternativa, sugirió que el presidente le ceda el protagonismo a su presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz. “Vox Populi hizo un estudio de evaluación de 15 años de presidentes del Consejo de Ministros. Jorge del Castillo apareció como el mejor porque tenía capacidad política. No se requieren tecnócratas para eso, [sino] gente con capacidad para el manejo político. Hay que saber proyectarse, apagar incendios y tener una visión y análisis político”.
Gobierno
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Víctor Andrés Ponce
Para el director del portal El Montonero, el indulto no le ha dado gobernabilidad al país, sino que su principal consecuencia fue la fractura de Fuerza Popular. “Un presidente contra las cuerdas se vio obligado a dar un indulto que no genera gobernabilidad, sino una interrogante sobre esta”. Sin embargo, consideró que la medida podrá “menguar la polarización” y que el principal problema del país “no está en la gente que marcha contra el indulto, sino en el Norte, el Sur y Oriente, en la manera en como el Estado ha abandonado sus responsabilidades y se muestra indiferente ante los problemas de la gente”.
“En estos dos años hemos hecho el análisis político de la gobernabilidad en función al Congreso, cuando la Constitución concentra el poder en el Ejecutivo. Esta ‘ficción política’ no nos ha permitido enjuiciar cómo el Estado ha abandonado el Norte. Eso es muy grave”. Para García Ponce, esta ausencia podría generar que en el futuro se den marchas contra el modelo económico. “La reconstrucción del Norte es un potencial polvorín. Las calles siguen sin reconstruir, así como los sistemas de agua y desagüe”.
Ponce atribuyó que no se hayan producido protestas masivas por la reconstrucción a que el fujimorismo, el principal partido de oposición, sea solo una "oposición parlamentaria". “Si la cabeza de la oposición fuese el Frente Amplio o Gregorio Santos, otra sería la situación. Se combinarían las crisis en un cóctel muy peligroso”. Para evitar este escenario, sugirió que “los demócratas” le den “un respaldo político a la institucionalidad, al Gobierno, para restablecer mínimos principios de gobernabilidad”. También vaticinó que “cualquiera sea el escenario que se presente, el Gobierno tendrá que convocar a un gabinete de unidad nacional".
Martín Tanaka
El politólogo señaló que hay desánimo, indignación y molestia en muchos sectores de la población, lo que ha hecho que todo el “elenco político” salga perdiendo tras la crisis. “Este sentimiento se expresa en la frase ‘Que se vayan todos’, la cual no conduce a ninguna parte pero revela que nadie está contento con lo que ocurre”. Sin embargo, cree que el Gobierno ha logrado una estabilidad momentánea, no porque la crisis lo haya fortalecido, sino “porque a ninguno [de los frentes políticos] le conviene que se caiga. Es tan frágil que con un soplido se tambalea y todos son conscientes de ello”.
“El fujimorismo debe replegarse y ordenar la casa. Las izquierdas y el antifujimorismo no tienen la fuerza suficiente. En general, está la percepción de la inestabilidad del país, de lo que se está perdiendo en términos económicos”, opinó. "Por ahora, hay un momento de dejar respirar al Gobierno, perdonarle algunas cosas porque si no todo se viene abajo. A nadie le conviene adelantar las elecciones”. En este escenario, Tanaka cree que el principal obstáculo a la estabilidad son los efectos de la trama Lava Jato. “Si la indignación le gana nuevamente el sentimiento a todos los actores, el Gobierno podría tambalear nuevamente”.
Tanaka opinó luego que la “apuesta tecnocrática empresarial” que representa PPK “ha naufragado clamorosamente”. “Es clave salir de la trifulca política y volver a gobernar, poner sobre la mesa temas como la reconstrucción, la reactivación económica, la inseguridad ciudadana. Eso es lo que Aráoz no ha logrado hasta ahora. Es urgente para tratar de construir los consensos necesarios”. También consideró que es probable que se arme un nuevo gabinete en los próximos meses, en el cual el primer ministro asumirá el protagonismo "para que las luces no se pongan sobre el presidente”. “Esa es una carta, la otra es pensar seriamente en que los vicepresidentes asuman. No se ve cómo el Gobierno pueda llegar hasta el final”.
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