La modernidad de los países occidentales, entre ellos el nuestro, es consecuencia del proceso de secularización. Pero la nostalgia de valores cristianos la podemos sentir en celebraciones como la de este jueves, el Día del Amor y la Amistad.
(Toda sociedad moderna aspira a garantizar una vida digna a sus ciudadanos. Las doctrinas políticas discrepan en cómo logarlo. Al margen de la política, persiste una nostalgia de valores, como pone en evidencia el Día del Amor y la Amistad).
El desafío de toda sociedad moderna consiste en permitir que los ciudadanos con más dinamismo puedan realizar con éxito sus emprendimientos pero a la vez garantizar el amparo de los más vulnerables. Hay diversas doctrinas sobre cómo armonizar esos valores diferentes: la libertad de empresa y la protección social. Los enfoques oscilan desde la fe ciega en el Estado que puede llevar al totalitarismo, hasta el libertarianismo que niega la función del Estado porque cree que el mercado corrige por sí mismo sus disfuncionamientos. La paradoja es que la más exitosa sociedad comunista, la china, no logra implementar mecanismos de solidaridad, mientras que la filantropía prospera en Estados Unidos.
Si el tema de la corrupción resulta tan insoportable y merece la mayor severidad es porque rompe el pacto de base que ha permitido nuestro excepcional crecimiento de los últimos años: repartir los sacrificios con justicia, diseñar una política de impuestos proporcional y utilizar los recursos públicos para mejorar las condiciones de vida de la población. Para eso gastamos en la construcción de carreteras, irrigaciones, centrales eléctricas, plantas de tratamiento de agua, infraestructura hospitalaria y educativa. ¡No para enriquecer a los corruptos!
Sistema previsional
Otro aspecto de la protección social es la política previsional, es decir un sistema de pensiones que permita a los jubilados vivir con dignidad y no ser una carga para sus parientes activos. En este campo, América Latina contribuyó con el diseño de un sistema privado de pensiones por capitalización que se ha implantado en varios países. La mayoría de los economistas considera que al cabo de 25 años su funcionamiento requiere algunos ajustes. Así, Enzo Defilippi sostiene en El Comercio que “el problema realmente importante del sistema previsional peruano son las excesivas comisiones que cobran las AFP”. Defilippi afirma que “el quid del asunto” es el ingreso a ese mercado de nuevos competidores, lo que llevará a “la reducción del nivel de las comisiones”.
Papa Francisco y Nicolás Maduro
¿Cuál es el papel de la Iglesia en los debates de una sociedad moderna y laica? También sobre este punto caben muchas opiniones y no han faltado juicios precipitados sobre la milenaria diplomacia vaticana, una de cuyas virtudes es la prudencia. El Corriere de la Sera publica la carta enviada el pasado 7 de febrero por el Papa Francisco a Nicolás Maduro, al que se refiere como “Señor” y no como presidente de la República. En la carta Francisco se niega a aceptar el encargo de mediador y recuerda al dictador de Caracas que los acuerdos logrados entre el gobierno y la oposición en diciembre del 2016 “no fueron seguidos de gestos concretos”. La carta explicita lo que el Secretario de Estado Pietro Parolin, ex Nuncio en Caracas, denominó la “neutralidad positiva” del Vaticano.
Día de San Valentín
La modernidad de los países occidentales, entre ellos el nuestro, es consecuencia del proceso de secularización. Pero la nostalgia de valores cristianos la podemos sentir en celebraciones como la del día de hoy, el Día del Amor y la Amistad, llamado también Día de San Valentín, en memoria de un Obispo que desafío la crueldad del Imperio romano para consagrar el amor y celebrar matrimonios. Dos siglos más tarde, desde su sede episcopal en África, San Agustín escribió: “Ama y haz lo que quieras”. Esa frase formulada por uno de los más grandes doctores de la Iglesia, precede a sus consejos a padres para la educación de sus hijos: “Si callas, hazlo con amor. Si gritas, grita con amor. Si corriges, hazlo con amor, si perdonas, perdona con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, tus frutos no serán otra cosa que amor”. Si lo dice San Agustín, tenemos motivos probados para celebrar el Día del Amor.
Las cosas como son
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