Aquí te explicamos la importancia de este principio jurídico y por qué todos los ciudadanos tenemos derecho a exigir su cumplimiento.
Los juicios que se llevan ante el Poder Judicial pueden responder a diferentes imputaciones y casos particulares. Pero todos tienen algo en común: el debido proceso. Este principio jurídico es el que da garantía a los ciudadanos para que tengan las mismas y mínimas condiciones para afrontar un proceso judicial.
Así, si una persona es llevada ante los tribunales por alguna acusación fiscal o demanda, esta tiene derecho a ser escuchada para defender su inocencia frente al juez. También podrá acceder a una defensa legal que el Estado puede proporcionarle a través de un abogado de oficio en caso de que no pueda contratar a uno particular.
El rol del abogado es crucial porque puede exigir un debido proceso en caso no se evidencie. Además, el numeral 3 del artículo 139 de la Constitución establece "la observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional" como deber de los magistrados.
El debido proceso se caracteriza, entonces, por tres elementos: imparcialidad en el juicio, asistencia de un abogado y legalidad en la sentencia. De esta manera, la Justicia en el país cumple con lo dispuesto por la Constitución en un Estado de Derecho.
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