Tras ser demandada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos debido a conductas monopólicas, Google ha emitido una dura respuesta contra esas acusaciones y califica los argumentos como “dudosos”.
Google no ha tardado en reaccionar ante las acusaciones efectuadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos que califican como “monopólica” la presencia de la marca en la navegación por internet y la publicidad dentro de búsquedas. La compañía tecnológica ha decidido defenderse y esto no parece detenerse en este intercambio.
En un post compartido en su blog oficial, Google reafirma las condiciones que la llevaron a posicionarse como una de las empresas más valiosas en el sector de la búsqueda por Internet:
“La demanda de hoy del Departamento de Justicia de los EE. UU. tiene muchos defectos. La gente usa Google porque así lo desea, no porque se vea obligada a hacerlo o porque no pueda encontrar alternativas.
Esta demanda no ayudaría en nada a los consumidores. Por el contrario, forzaría artificialmente alternativas de búsqueda de menor calidad, aumentaría los precios de los teléfonos y dificultaría que las personas obtengan los servicios de búsqueda que desean utilizar.”
En declaraciones recogidas por el Wall Street Journal, el Departamento de Justicia establece que Google "mantiene su condición de guardián de Internet a través de una red ilegal de acuerdos comerciales excluyentes y entrelazados que excluyen a los competidores".
El fundamento que expone Google para su defensa consiste en la cantidad de acuerdos con otras marcas tecnológicas, y la manera en que establecen negocios para figurar como “servicio destacado” en entornos desarrollados por Apple, Microsoft y otras firmas del sector.
“Sí, como muchas otras empresas, pagamos para promocionar nuestros servicios, al igual que una marca de cereal pagaría a un supermercado para vender sus productos en la cabecera de un pasillo o en un estante a la altura de la vista. En el caso de los servicios digitales, cuando compras un dispositivo por primera vez, tiene una especie de "estante al nivel de la vista" en la pantalla de inicio. En los dispositivos móviles, ese estante está controlado por Apple, así como por empresas como AT&T, Verizon, Samsung y LG. En las computadoras de escritorio, ese espacio en los estantes lo controla Microsoft de manera abrumadora.
Por lo tanto, negociamos acuerdos con muchas de esas empresas para obtener espacio en esos estantes al nivel de la vista. Pero seamos claros: nuestros competidores también están fácilmente disponibles, si deseas utilizarlos”.
Para Google, el enfoque del Departamento de Justicia se basa en criterios que no corresponden a la velocidad de los tiempos actuales, en donde el usuario escoge y descarta de manera directa los servicios que quiere consumir:
“El punto más importante es que las personas no usan Google porque tienen que hacerlo, lo usan porque así lo eligen. Esto no es el Internet por dial-up de la década de los 90, cuando cambiar de servicio era lento y difícil, y a menudo requería que compraras e instalaras software con un CD-ROM. Hoy, puedes descargar fácilmente las aplicaciones de tu elección o cambiar la configuración predeterminada en cuestión de segundos, más rápido de lo que puedes caminar hasta otro pasillo del supermercado.”
Google ha señalado que no piensa ceder terreno en esta disputa, y que apela a que la autoridad pueda entender los términos actuales del mercado:
“Entendemos que con nuestro éxito viene el escrutinio, pero mantenemos firme nuestra posición. La ley antimonopolio estadounidense está diseñada para promover la innovación y ayudar a los consumidores, no inclinar la balanza en favor de competidores en particular ni dificultar que las personas obtengan los servicios que desean. Confiamos en que un tribunal determinará que esta demanda no cuadra ni con los hechos ni con la ley.”
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