La compañía abandona su compromiso de 2018 y abre la puerta al desarrollo de IA para fines militares y de seguridad nacional en medio de tensiones geopolíticas.
Google ha dado un giro radical en su política de inteligencia artificial al eliminar las restricciones que impedían el uso de esta tecnología en armamento y sistemas de vigilancia, marcando un punto de inflexión en el desarrollo de IA.
La actualización de los principios éticos, anunciada el martes, elimina la sección "Aplicaciones que no perseguiremos" que, desde 2018, prohibía explícitamente el uso de IA en armas, vigilancia y tecnologías que pudieran causar daño general.
Este cambio, notado por el Washington Post, alinea a Google con otros gigantes tecnológicos como Microsoft y Amazon, que ya mantienen colaboraciones activas con el Pentágono.
Demis Hassabis y James Manyika, altos ejecutivos de Google, justificaron la decisión argumentando que el panorama de la IA ha evolucionado significativamente. En un blog corporativo, enfatizaron la importancia de que las democracias lideren el desarrollo de la IA en un contexto geopolítico cada vez más complejo, destacando la necesidad de colaboración entre empresas, gobiernos y organizaciones que comparten valores democráticos.
Este cambio representa una ruptura significativa con el pasado de Google. En 2018, la empresa estableció sus principios éticos de IA después de que miles de empleados protestaran contra el Proyecto Maven, un contrato con el Pentágono para analizar imágenes de drones. En ese momento, los trabajadores manifestaron firmemente que "Google no debería estar en el negocio de la guerra".
Cambio en el enfoque de Google en la IA: ¿Qué dicen los expertos?
El giro actual se produce en medio de una intensa competencia global por el liderazgo en IA, particularmente entre Estados Unidos y China.
Expertos consultados por el Washington Post analizaron los cambios en Google.
Michael Horowitz, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Pensilvania y ex funcionario del Pentágono, señaló que esta decisión refleja el acercamiento creciente entre el sector tecnológico estadounidense y el Departamento de Defensa.
Lilly Irani, profesora de la Universidad de California en San Diego y ex empleada de Google, cuestionó la sinceridad de los compromisos de la empresa, señalando que las promesas previas sobre el respeto al derecho internacional y los derechos humanos han sido frecuentemente incumplidas.
El cambio también se produce en un momento de tensiones geopolíticas significativas. Recientemente, Google ha estado en el centro de disputas entre Estados Unidos y China, y ha enfrentado escrutinio por su colaboración con el gobierno israelí después del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
La nueva política mantiene ciertas salvaguardas, incluyendo la supervisión humana y el compromiso de mitigar resultados nocivos no intencionados. No obstante, el cambio fundamental en la postura de Google sobre aplicaciones militares y de vigilancia marca un nuevo capítulo en la relación entre la tecnología y la defensa nacional.
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