La red de Google está compuesta de kilómetros de distancia de cables bajo el lecho marino.
Muchos países están ubicados en zonas con gran actividad telúrica, con un riesgo constante de ser víctimas de sismos y terremotos. Por lo mismo, cada vez hay más tecnologías que buscan mitigar el impacto sobre los territorios buscando prever los desastres
Una de ellas está siendo desarrollada por Google, quien mantiene una gran red de cables submarinos que sirven en la detección temprana de movimientos telúricos.
La compañía dispone de 14 grandes cables submarinos, con una longitud total de 112.000 kilómetros bajo el océano. Esta fibra óptica envía pulsos de luz, los cuales son analizados por un receptor en los extremos. Lo importante de ellos es detectar el estado de polarizaciones, los cuales son determinantes para dar en cuenta si estamos frente a un terremoto.
El 28 de enero de este año la compañía logró detectar un sismo de 7.7 grados en Jamaica a más de 1,500 kilómetros de uno de sus cables submarinos con cambios en el estado de polarización a 5 minutos antes de que ocurriera el sismo.
En conjunto con el Laboratorio Sismológico del Instituto de Tecnología de California, han podido observar varios terremotos de intensidad más baja; desde uno de magnitud 6.1 a 2.000 kilómetros de sus cables hasta un terremoto de magnitud 4.5 en Chile.
Se espera que este proceso siga mejorando con el pasar de los años con una sola finalidad: buscar salvarguardar las millones de vidas que pueden verse comprometidas con los terremotos.
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