Investigadores de Malasia han desarrollado un método para transformar la fibra de las hojas de piña en materiales resistentes para drones, que se degradan en dos semanas después de desecharlos.
El proyecto dirigido por el profesor Mohamed Thariq Hameed de la Universidad Putra de Malasia, se ha encargado de encontrar elementos sostenibles para poder crear materiales resistentes y encontraron la solución en las hojas de piña desechadas por agricultores.
Los investigadores malasios desarrollaron un método que permite extraer la fibra de las hojas de piña y de esta forma crear materiales resistentes, las cuales se puede utilizar en la creación de marcos para drones.
En su informe, los desarrolladores detallan que los drones hechos con material biodegradable tiene una relación resistencia-peso más alta que los fabricados con fibras sintéticas, además que son más baratos y fáciles de desechar.
Los prototipos de drones fabricados con el material biodegradable hasta el momento han realizado pruebas de hasta unos 1,000 metros de altura y permanecen suspendidos durante unos 20 minutos, al igual que muchos otros vehículos de este tipo.
Los investigadores apuntan a fabricar drones más grandes que puedan transportar cargas útiles con más peso, como sensores de imágenes para uso agrícola.
Esta innovación podría ayudar mucho al cuidado del medio ambiente, ya que muchos agricultores desechan o queman las hojas de piña que sobran de las cosechas.
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