Julián Ríos, de apenas 17 años, ha creado un brasier con sensores especiales que permite la autoexploración y es menos peligroso que la mamografía.
El joven mexicano, Julián Ríos ha inventado un brasier que detecta el cáncer de mama gracias a la tecnología de punta. El adolescente, que ha recibido el elogio del presidente Enrique Peña Nieto, dijo a Expansión que su propósito nació luego de que a su madre le amputaran ambos senos y estuviera a punto de perder la vida debido a un mal diagnóstico.
‘Eva’, nombre que le ha otorgado a su invento, está compuesto por al menos 200 biosensores que son capaces de detectar la superficie de la mama y determinar el calor por cada una de las zonas. Si hay mayor temperatura en alguna área, significa que hay mayor flujo de sangre. Esto significa que hay algo que está alimentando los vasos sanguíneos lo cual, correspondería a un cáncer.
No es inmediato. Sin embargo, la clave de la detección está en los algoritmos que tienen la capacidad de comparar los resultados con el de otros 1,000 pacientes afectados por el cáncer a través de los datos térmicos obtenidos. “Una vez recopilada la información de las curvas de conductividad térmica, se podría determinar si se trata de un quiste o de una malformación (cada una tienen una curva distinta) y ver en qué fase se encuentra”, explicó el joven a Vanguardia.
Julián, junto a su startup ‘Higia Technologies’ que cuenta con tres oncólogos, ya ha puesto a prueba un primer prototipo de brasier y ha arrojado resultados de un 93% de veracidad. Cada persona que quisiera hacerse un despistaje con este invento, necesita utilizar entre 60 y 90 minutos el brasier a la semana para poder llevar a cabo el análisis.
Comparte esta noticia