Este título busca entretener y, a la vez, educar sobre el evento histórico que cambió Irán y dio nacimiento a la República Islámica.
¿Imagina un videojuego de acción en el que no hay que matar pero sí escapar, mentir, delatar, esconderse y derrocar a la monarquía?: es 1979 Revolution, un nuevo concepto de juego que pretende, a la vez, entretener y educar sobre el evento histórico que cambió Irán y dio nacimiento a la República Islámica.
El ambicioso proyecto, en marcha desde hace tres años, pretende lanzarse el próximo otoño y tiene detrás al famoso director, actor, guionista y productor de videojuegos canadiense Navid Khonsari, de origen iraní y coautor de los exitosos The Grand Theft Auto, Max Payne o The Warriors.
Alrededor de la mitad de la quincena de dibujantes que ha colaborado en 1979 Revolution son iraníes, la mayoría de ellos jóvenes que participan de forma anónima desde Irán.
Algunos "han tenido que abandonar el país al temer por su seguridad" tras participar en un proyecto que muestra el lado oscuro de la Revolución Islámica y cómo esta se volvió contra algunos de los sectores que la impulsaron, explicó a Efe Khonsari en conversación telefónica desde Nueva York.
Él mismo, que ha viajado varias veces a Irán, donde aún residen varios de sus familiares, tiene temor a regresar al país después de haber sido calificado de "espía estadounidense" por varios medios iraníes conservadores al conocerse su proyecto.
"Me gustaría volver a Irán y quiero pensar que no habrá problema, porque el juego no trata de ponerse de ningún lado de la historia. Pero, de momento y conociendo la aleatoriedad del sistema de seguridad iraní, prefiero no volver", aseguró.
A diferencia de la práctica totalidad de los videojuegos de acción, en 1979 Revolution el jugador no avanza a base de pegar tiros y matar enemigos.
Se verá metido en la piel de Reza, un joven estudiante y fotógrafo que en un primer momento apoya la revolución que depuso al último Shah de Persia, Mohamad Reza Pahlavi, pero que luego ve cómo ésta se torna contra los que no pretendían el establecimiento de una teocracia.
"En un primer momento Reza no tiene afiliación política alguna, pero luego la revolución empieza a volverse cada vez más agresiva a su alrededor y, cuando triunfa, él se ha convertido en un miembro de la oposición y en un enemigo del Estado islámico", dice el creador.
"Aquí no hay que matar enemigos sino que las decisiones se parecen más a las que tendrías que tomar en una situación así en la vida real: Tienes que esconderte, mentir, elegir a quién ayudar, tomas decisiones que cambian la historia, pero son experiencias específicas de aquel momento", asegura Khonsari.
Hasta ahora, en la práctica totalidad de videojuegos "si alguien te dispara, normalmente te defiendes disparándole, pero eso es algo que difícilmente harías en la vida real".
Este juego está construido sobre las experiencias de gente que "vivió, participó, sobrevivió y sufrió el impacto de la Revolución Islámica" y es, a su entender, revolucionario por varios motivos, pero fundamentalmente porque "no traslada al jugador a un mundo de fantasía, sino que se enmarca en la historia real".
Además, Khonsari resalta que "en un momento en el que surgen levantamientos y revoluciones por doquier, en Ucrania, en Venezuela, en los países árabes e incluso en Wall Street", este juego te permite sumergirte en un levantamiento real que logró cambiar un régimen y dar un giro a la historia de un país.
También cree que "el mero hecho de mostrar cómo era Irán en 1979, las mujeres vestidas a la moda de París o Nueva York, en sí mismo ya es educativo", porque el imaginario occidental desconoce el Irán pre-revolucionario.
El juego incluye videos y fotografías históricos, así como grabaciones de discursos políticos de la época y sus autores han recurrido a periódicos y relatos históricos para acercarlo lo más posible a la realidad.
"Recurrimos a muchas fuentes educativas, pero no nos alejamos del objetivo principal del juego, que es entretener", dice su creador.
En 1979 Revolution los jugadores podrán explorar partes de un país desconocido para muchos, sobre todo en Estados Unidos. Recorrerán el bazar de Teherán, los interiores de viviendas persas, la Universidad y calles de ciudades a lo largo y ancho del país.
Khonsari vivió en Irán hasta los diez años y fue testigo de la revolución "desde las ventanas de un dormitorio en el sur de Teherán" y, luego, a través de las conversaciones de sus familiares y de otros iraníes que dejaron el país y los que permanecieron.
"Esta historia está basada en mi experiencia de la revolución", dice y asegura que el juego "se está convirtiendo en un catalizador de una nueva generación de videojuegos basados en historias de la vida real".
El camino no ha sido fácil: su desarrollo tiene un coste de más de un millón de dólares por episodio y la primera temporada tiene tres episodios.
El inicial intento de conseguir el dinero a través de crowdfunding (financiación en masa o por suscripción) no funcionó, pero luego 1979 Revolution logró atraer inversión privada y se coló en la lista de las mejores ideas de 2013 de la revista Time, lo que ha llevado a muchos a desear ver el resultado y sumergirse en la revolución.
EFE
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